La práctica totalidad de la flota pesquera permanece amarrada en sus puertos de base
La práctica totalidad de la flota pesquera española se encuentra amarrada en sus respectivas bases, como consecuencia de las dificultades surgidas respecto a su presencia en diversos caladeros y el absoluto desorden que reina en el sector, ante la pasividad de la Administración y la anarquía de los armadores. Los recientes apresamientos de pesqueros españoles en Marruecos y Portugal, unidos a los tradicionales problemas en aguas de la Comunidad Económica Europea (CEE), han provocado la inactividad de los pesqueros en casi todo el litoral, que pudiera provocar situaciones de desabastecimiento en los próximos días.
A las reivindicaciones tradicionales de seguridad en sus tareas, los pescadores añaden en estos momentos peticiones de toda índole, entre las que se cuentan numerosas de directa competencia de la Administración, que pueden resumirse en la formulación de una auténtica política pesquera.La pobreza pesquera de la plataforma continental española es uno de los inconvenientes más notables con que tropiezan las autoridades españolas a la hora de negociar acuerdos pesqueros, dada la falta de reciprocidad. Al tiempo, las peculiares condiciones en que realizan sus capturas los pescadores españoles provocan una mayor rigurosidad de los servicios de vigilancia costera de los países en los que faenan los barcos de las distintas zonas.
Tensión en Vigo
Ayer, en Vigo, la tensión producida durante los últimos días por la captura de pesqueros en las costas portuguesas se acentuó ante la entrada de pescado fresco portugués para la venta en Galicia.
Prácticamente toda la flota artesanal de Vigo y la totalidad de la de La Guardia se encuentra amarrada en el puerto pesquero de El Berbés, como protesta por la situación en que se encuentran las negociaciones con Portugal para la concesión de licencias de pesca en aguas de la plataforma lusa, informa nuestro corresponsal Antonio Ojea.
Ayer, una asamblea de armadores celebrada en La Guardia acordó hacer una serie de propuestas, que consisten principalmente en solicitar 71 licencias, que se dividirían en dos grupos. Uno de ellos, de diecinueve embarcaciones que pescarían al trasmallo entre el Miño y el cabo de Roca, entre las seis y las dieciséis millas. Los otros 52 barcos, volanteros, dividirían la plataforma en dos zonas al norte y al sur del cabo Roca. El problema se había precipitado cuando el lunes 26 de febrero los representantantes de los sindicatos y los armadores decidieron retirarse de las negociaciones, por considerar inadmisible la oferta del director general de Pesca portugués, que suponía la práctica retirada de la flota gallega y onubense del área de las doce millas.
Insistían en que cabe una interpretación del acuerdo pesquero suscrito por los dos países en 1969 y cuya vigencia se estipulaba entonces hasta 1990, según el cual la flota española podría pescar entre las seis millas y el límite de las aguas económicas portuguesas, fijado entonces en doce millas y ampliado ahora a doscientas.
Una de las primeras medidas adoptadas por sindicatos y armadores fue dificultar el tránsito de pescado entre Portugal y España, considerando que la venta a menor precio en el primer país estaba siendo aprovechada para colocar el pescado portugués en las lonjas españolas a un precio lesivo para los intereses de armadores y marineros de este país. Así, se formaron piquetes en La Guardia, que vigilaron durante los últimos días la frontera portuguesa.
Aunque ayer no hubo problemas en el puerto pesquero de Vigo, los barcos iban que iban llegando y quedaban amarrados en espera del resultado de la asamblea convocada para ayer en Madrid, así como las conversaciones mantenidas por representantes de Comisiones Mariñeiras, Federación del Mar de Comisiones Obreras y el director general de Pesca, Gonzalo Vázquez.
Para mañana está fijado el plazo concedido por el Gobierno portugués para que los representantes españoles den una respuesta a la oferta del pasado lunes, que consideraban inaceptable los afectados del sector.
Paro en Almería
La totalidad de la flota pesquera de la provincia de Almería se encuentra amarrada a puerto como protesta por la situación problemática que atraviesa el sector, en conflicto y dificultades para pescar en los caladeros marroquíes, según nos informa Eduardo Castro. El acuerdo de amarrar la flota a puerto fue adoptado en la cofradía de pescadores almeriense por armadores y trabajadores de forma conjunta.
Entre otros puntos acordados conjuntamente en la reunión de armadores y pescadores, figuran: solicitar del Ministerio de Transportes el abono total del seguro de desempleo, Y asimismo idénticos beneficios para la flota pesquera andaluza que los concedidos a la flota del Norte ante los problemas planteados en aguas de la Comunidad Económica Europea.
Asambleas en Huelva
Trabajadores del mar de toda la provincia de Huelva están celebrando periódicas asambleas, convocadas por las centrales sindicales, a fin de estudiar el grave problema del paro ocasionado por el amarre de la flota que faena en los caladeros de Marruecos y Portugal, informa Alfonso González.
En síntesis, las reivindicaciones de los tripulantes de la flota pesquera se basan encuatro puntos fundamentales: 1.º La aprobación por parte de la Administración, antes del día 7 de marzo, de un subsidio de desempleo para todos los afectados por el amarre de la flota en los caladeros de Marruecos y Portugal, en una cuantía de 35.000 a 37.000 pesetas al mes y pago del misimo antes de dicha fecha. 2.º La normalización de los caladeros de Marruecos y Portugal, con garantías y normas concretas por parte de la Administración española. 3.º Mantenimiento de los centros de trabajo mediante las ayudas necesarias a las empresas en compensación de las pérdidas producidas y para que, una vez normalizadas las actividades de la pesca, no surjan dificultades económicas a la hora de la salida de los barcos a la mar. 4.º A más largo plazo, reestructuración de la flota del fresco, en base a la adaptación de éste a los acuerdos que se firmen con Marruecos y Portugal. Asimismo, potenciación y protección de las riquezas de los caladeros de la región suratlántica.
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