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La censura amenaza el carnaval de Rio

Las entradas para la pasarela de los desfiles carnavalescos ya están a la venta. Sólo falta que se aclare una amenaza de la censura federal carioca de prohibir el paso de las escuelas de samba que no presentaron aún sus temas a censura.Cada escuela de samba de la primera categoría tiene ya designado uno de los dos días grandes para desfilar por la pasarela de Sapucai, el sábado o el domingo. Hasta ahora, la mayor parte de ellas no presentaron la letra de sus «sambas-enredo» (argumento) a censura.

La cuestión administrativa mantiene en peligro el inmediato carnaval, por más que estos gestos sean casi tan tradicionales como el «ala de las bahianas» en los desfiles.

El director de censura, Augusto da Costa, acusó ayer a la organización del carnaval -el ente estatal Riotur- de no haber entrado en contacto con las escuelas.

Se diluye, pues, la posibilidad de un «plante» de los sambistas que, en verdad, conocieron tiempos mejores y dotaron tradicionalmente a sus «enredos» de ironía y hasta de acidez crítica.

Aparte la cuestión de las letras de las sambas, parece existe en el ambiente oficial un temor a que prospere la tendencia osada que resucitó el año pasado la escuela ganadora («beija-flor» o «picaflor»), no a nivel crítico, sino estético: aproximarse al desnudo femenino.

La escuela «beija-flor», con un criterio de coreografía y diseño de disfraces «muy cercano al de Broadway», según sus críticos, ganó tres años el primer premio de los desfiles carnavalescos.

El líder máximo de la escuela, Joaozinho Trinta, hizo célebre una frase con que respondía a los detractores de su fantasía: «Los únicos que gustan de miseria son los intelectuales.»

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