También esta semana
Don Herbert. Galería Aele,
Claudio Coello, 28.
Reconociendo su genuina y evidente estirpe americana, Canogar presenta la pintura de Don Herbert, al hilo de un comentario de Carl André sobre Frank Stella, pero el Romeo y Julieta que campea en la portada de esa presentación no nos lleva más allá, sino más acá del minimalismo, entre aromas de cedro cubano rasgado en largas tiras crujientes.
Paradójicamente, Don Herbert moviliza numerosos dispositivos de color y composición del minimal americano, para luego empastarlos y barnizarlos, como si fuera uno de aquellos empalagosos_ pintores abstractos franceses de los años cincuenta; el inefable Riopelle, por ejemplo. Se encuentra así con una papeleta que habrá de resolver tarde o temprano, pues esto de la pintura-pintura se va a poner cada día más difícil.