Portugal pedirá la extradición a España de un implicado en el caso Delgado

El tribunal militar que juzga en Lisboa a los presuntos responsables del asesinato del general Humberto Delgado decidió ayer entregar a los abogados de la familia Delgado y al procurador de la República los elementos necesarios para la petición formal de extradición de los tres acusados juzgados en rebeldía.Es, pues, inminente el lanzamiento, a través de la Interpol, de los mandatos internacionales de captura contra los ex dirigentes de la policía política salazarista (PIDE) Barbieri Cardoso y Rosa Casaco, y contra el inspector Lopes Ramos. Las peticiones de extradición deberán ser dirigidas a las autoridades de los países del último domicilio conocido de los acusados: Francia, España y Africa del Sur, respectivamente.

En cambio, el tribunal se negó, por el momento, a procesar a Santos Junior, que era, en el momento del crimen, ministro de la Gobernación y, en calidad de ello, responsable máximo de la PIDE. Santos Junior, que fue juzgado el año pasado y condenado a una pena simbólica, afirmó entonces ignorar todo lo relativo a las actividades de la PIDE y de su eventual responsabilidad en el asesinato de Delgado. Esta afirmación ha sido desmentida en varias audiencias del juicio en curso por el último director de la PIDE, Silva País, quien afirmó que el crimen había sido planeado con el conocimiento de Santos, a quien la brigada de ejecutantes rindió cuenta de su «misión» en territorio español.

Mientras tanto, la falta de agua en la zona de Lisboa y la falta de combustibles derivados del petróleo en la región norte del país, amenazan paralizar la ya caótica actividad económica de Portugal, después de las catastróficas inundaciones y temporales de estos últimos días.

Desde el domingo por la noche, millones de personas están sin agua en la capital y sus alrededores. El suministro, reducido al 20% del consumo normal, ha bajado al 10%, tras las averías registradas en otras dos estaciones de bombeo. Las soluciones de emergencia puestas en marcha mal pueden hacer frente a las necesidades más elementales de la población. Si el abastecimiento de hospitales y otros establecimientos sanitarios está asegurado, mal que bien, por todos los vehículos cisterna disponibles, la situación se vuelve inaguantable con el paso del tiempo en los lugares de trabajo.

El cierre de todos los establecimientos escolares crea, por otro lado, problemas insuperables a los padres y ahora son los restaurantes y bares quienes anuncian no estar ya en condición de funcionar con un mínimo de higiene.

En el norte del país, las fábricas, sobre todo las del sector textil, están agotando sus reservas de combustibles y tendrán "que interrumpir sus actividades a partir del lunes, despidiendo a sus trabajadores, si entre tanto no reciben combustible. Pero la refinería de Leixoes (Oporto) está paralizada, ya que la terminal petrolera quedó totalmente destruida por el temporal (el acceso al propio puerto era aún imposible el jueves por la mañana).