Los pilotos de Iberia mantienen el caos del transporte aéreo

Tras varias semanas de ligeras perturbaciones en el tráfico aéreo español, provocadas por la huelga de controladores, son los pilotos de Iberia los que -desconvocada aquélla- colapsan en estos momentos los aeropuertos nacionales, a partir de una peculiar huelga de celo consistente en aplicar con la máxima rigidez el esquema de operaciones Alfa 3. La postura de los pilotos apareció en principio fundamentada por su negativa a integrarse en el convenio único de vuelo de la compañía. Sin embargo, tras la resolución favorable a esa tesis dictada por la autoridad laboral, los pilotos mantienen su actitud «como demostración de fuerza».

El motor de la huelga de los pilotos es el SEPLA (Sindicato de Pilotos de Líneas Aéreas), cuya directiva difundió ayer un comunicado en el que anuncia el mantenimiento de esta actitud -aplicación del Alfa 3- y amenazan con «tomar medidas de presión más contundentes», en el caso de que Iberia no atienda sus reivindicaciones. Ni la nota oficial, ni el sindicato han concretado esas peticiones. Medios próximos a Iberia manifestaron desconocer igualmente tales reivindicaciones, mostrando al tiempo su sorpresa por la actitud de este colectivo.Como consecuencia de la actitud de los pilotos, el aeropuerto de Madrid-Barajas fue ayer, de nuevo, un completo caos. Los retrasos en los vuelos fueron generalizados y se produjeron cancelaciones. Los servicios de tráfico, circulación y la propia jefatura del aeropuerto madrileño afirmaron no disponer o se negaron a facilitar a EL PAIS información alguna sobre la evolución de la jornada, como viene siendo habitual en todos los conflictos relacionados con el transporte aéreo.

La reacción de los usuarios del transporte aéreo alcanzó en algunos momentos grados de extrema virulencia. Las acusaciones vertidas hacia los pilotos eran muy dispares, pero pueden resumirse en la consideración de colectivo privilegiado y la estimación de que su actitud entraña una grave dejación de sus responsabilidades. Varios de los afectados por las demoras y cancelaciones, consultados por EL PAIS, coincidieron en preguntarse: ¿qué pueden reivindicar unos profesionales que perciben unos emolumentos anuales entre tres y seis millones de pesetas, aunque su trabajo entrañe una responsabilidad reconocida, amén de un cierto riesgo y desgaste físicos y una reducida vida profesional?

«Esto es un cachondeo completo», señalaba a EL PAIS otro frustrado viajero que, procedente de Palma de Mallorca, esperaba poder llegar a Santiago de Compostela «cualquier día de éstos». «Para el presidente del Gobierno, que viajó. el miércoles a Las Palmas. no hubo ningún problema», sentenciaba otro viajero, que llevaba varias horas sin conocer sus posibilidades de partir de Madrid acia su habitual punto de residencia.

La irritación de los viajeros fue absolutarnente generalizada. El uso y demanda del libro de reclamaciones fue mayor de lo habitual. En un juzgado de instrucción de Hospitalet (Barcelona), veintiún usuarios afectados interpusieron ayer una demanda judicial contra la compañía Iberia. Estos viajeros debían haber tomado el vuelo IB-891, de Barcelona a Oviedo y Santiago. Momentos antes de la hora prevista para su salida, la compañía argumentó dificultades meteorológicas en el aeropuerto de Santiago, por lo que el vuelo fue suspendido. Este argumento de la compañía fue desmentido telefónicamente desde la ciudad gallega a los usuarios afectados. En el curso de la discusión con las autoridades del aeropuerto de Barcelona, el vuelo IB-891 partió sin los demandantes.

Acuerdo salarial con los controladores

La Subsecretaría de Aviación Civil y los controladores aéreos han llegado a un acuerdo sobre un esquema de retribuciones para este cuerpo. Este acuerdo consiste en la extensión del régimen de dedicación exclusiva a la tota lidad de los funcionarios del cuerpo, lo que constituirá alrededor de un 25% de aumento sobre el sueldo base; modificación de las cuantías del incentivo de especial cualificación, de acuerdo con las Fijadas inicialmente con la Junta de Retribuciones del Ministerio de Transportes en su reunión del 24-4-78, y fijación de un complemento especial por la realización de trabajos en horarios nocturnos días festivos, que hasta ahora no perciben.Esta propuesta deberá ser aceptada por el Ministerio de Hacienda, dada la condición funcionarial. de este cuerpo, cuyos emolumentos proceden de los Presupuestos Generales del Estado. En el proyecto para 1979, pendiente de aprobación parlamentaria por la disolución de las Cámaras, las previsiones de aumento salarial para los funcionarios de la Administración del Estado se sitúan en torno al 10%.

En una nota hecha pública ayer, los controladores justifican su actitud de huelga de celo registrada en días pasados en base a que «son los primeros interesados en lograr que el servicio público que tienen encomendado se preste en las máximas condiciones de seguridad y eficacia. Por ello, las restricciones que afecten al control del tráfico aéreo son, en buen grado, una elemental medida de precaución». El escrito explica también detalladamente cómo se ha desarrollado el proceso negociador con la Administración.