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El Gobierno descarta oficialmente el peligro de desabastecimiento petrolífero

El Gobierno facilitó ayer una información oficial sobre la situación de los abastecimientos de petróleo y sus perspectivas a corto plazo. El informe del Gobierno, después de estimar los efectos de la crisis de Irán en los suministros mundiales de crudos y en lo que afecta a España, precisa la situación de nuestras reservas y se refiere a las medidas adoptadas hasta el momento y a las que se pueden adoptar en breve tiempo.

El balance básico de la situación española puede concretarse en los siguientes puntos, en base a los datos de la nota oficial del Gobierno y a las estimaciones hechas por diversos expertos consultados por EL PAIS:La crisis de Irán puede afectar a un 7 % de los suministros de crudos a nivel mundial y a un porcentaje ligeramente superior con respecto a España.

- En nuestro país, los mayores problemas se presentan en cuanto a productos ligeros, especialmente gasolinas, ya que se trata de los derivados del petróleo, de los que tenemos menores reservas y cuya producción es más rígida, ya que depende de los destilados pesados previos en el tratamiento de crudos.

- Estos problemas se estiman que no deben presentarse antes de varios meses, por lo que en las próximas semanas no se tomarán otras medidas que no sean controlar producciones, stocks y distribución; tratar de incrementar los suministros en base a mayores entregas de los productores o a compras spot (entrega inmediata) en el mercado a precios sensiblemente superiores a los fijados por la empresa; adquirir algunos productos terminados en el mercado libre del tipo de gasolinas, gasóleos o fuel-oil. En medios de la Administración se ha comenzado a preparar una serie de disposiciones encaminadas a establecer sistemas de disuasión al consumo, que se tomarían en el caso de que la crisis se agudizara en los, próximos meses. No hay nada previsto sobre precios.

Todo ello indica que no se tomará ninguna medida antes de las elecciones y la formación del nuevo Gobierno, en lo que afecta al consumidor, tanto en la vertiente de los precios como de los suministros.

Situación de los mercados

La posición iraní ha permitido u obligado a que varias compañías multinacionales hayan reducido por razones de fuerza mayor los suministros a refinerías propias y clientes, en porcentajes que oscilan entre el 45 %, establecido por Bristish Petroleum, y el 15 %, impuesto por otras gran des del sector. Estas reducciones han desarrollado y elevado los niveles de precios en el mercado libre, de forma que algunos cargamentos errantes han alcanzado cotizaciones de hasta veinticuatro dólares barril.

En España, la crisis se ha producido en un momento en que la capacidad de almacenamiento de crudos y productos terminados sigue siendo baja.

El cuadro adjunto -datos oficiales- revela la probabilidad de que aparezcan problemas en productos como fuel y gasolinas. En el primer combustible se estima que no habrá dificultades, ya que es fácilmente sustituible. En gasolinas, la situación es peor, y tendrá que paliarse mediante alguna importación, a falta de medidas de restricciones (impopulares en estos momentos) y que, en cualquier caso, no se tomarán antes de mediados de año.

El agua ayuda

El régimen de lluvias de las últimas semanas constituye un elemento de optimismo de cara al futuro. La situación de los embalses, con un récord de almacenamiento (90% de su capacidad), permiten que las centrales hidráulicas fuercen al máximo su capacidad que cubran una buena parte (30% de las necesidades de electricidad), sustituyendo los consumos del fuel en centrales térmicas. En muy breve plazo entrará en servicio la central térmica de Teruel, que producirá, utilizando los lignitos de la zona, y que permitirá un ahorro equivalente de medio millón de toneladas de fuel. Otra central de Térmicas del Besós instalada en Foix, con quinientos megavatios de potencia, puede también sustituir fuel por gas natural y permitirá un ahorro de otras 650.000 toneladas de fuel. La mayor actividad de las centrales hidráulicas supondrá también un ahorro que se estima en algo más de un millón de toneladas de fuel. Finalmente, la central nuclear de Almaraz debe entrar en servicio este año y permitirá también reducir el consumo de derivados directos del petróleo.

La cuestión más grave se plantea con las gasolinas. Técnicos del sector y de la Administración consideran viable impulsar la producción de gasolinas en base a reducir la de naftas. Para ello se estudia la posibilidad de importar amoníaco para sustituir aquéllas y se negocia con los productores de fertilizantes la utilización de gas natural en lugar de derivados directos de petróleo.

El aspecto en el que se intensifican los esfuerzos en estos momentos es en el aumento o mantenimiento de suministros de crudos. El Gobierno, a nivel de comercio de Estado, ha conseguido unas entregas adicionales del orden de medio millón de toneladas procedentes de Irak y Venezuela. Se confía en que México esté en condiciones de cumplir el contrato recientemente suscrito y comience a suministrar crudos a partir de abril, para alcanzar unas 750.000 toneladas en el transcurso del año. No se descarta que la URSS suscriba algún contrato adicional por algunos cientos de toneladas. Está en negociación también un contrato con Nigeria.

En cuanto a las exportaciones, están prácticamente suspendidas en el caso de productos petrolíferos. Se negocia con sectores exportadores de productos con alto componente energético, como es el cemento, la posibilidad de realizar operaciones de intercambio de cemento por productos refinados. Esto es posible en algunos casos en los que la exportación de cemento -España cubre el 50% de este mercado- se negocia con países productores de petróleo (Nigeria, Libia, Arabia Saudita). No se descarta tampoco que los cementos adquieran el fuel que necesitan para su producción en los mercados libres, renunciando el Estado en ese caso a la renta de petróleo, con objeto de reducir los costes de la operación.

Medidas restrictivas

En cuanto a la posibilidad de adoptar medidas restrictivas al consumo, no parece que haya voluntad política de tomarlas hasta que se constituya el nuevo Gobierno. Se estudia en estos momentos por parte de los expertos de Industria y CAMPSA el cuadro de medidas que el Gobierno consideraría en su caso. Estas se concretarán, según diversas fuentes, en cierres de gasolineras los fines de semana, circulación de automóviles en días alternos, según matrículas, reducción de entregas en porcentajes del cinco al 7% de productos energéticos a industrias con consumos elevados (más de 10.000 toneladas) y otras similares. Los expertos señalan que ningún país ha adoptado por el momento medidas restrictivas, aunque han recomendado prudencia en el consumo de energía.

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