Sólo la iglesia y parte de la fachada del convento de las Reparadoras ha sido declarada monumento nacional

La Dirección General del Patrimonio Artístico ha dado por fin luz verde a la demolición del convento de las Reparadoras, excepto la iglesia y parte de la fachada, que han sido declaradas como monumento nacional. Lo anecdótico del caso es que, según un informe de los servicios técnicos de la Dirección General, las obras de demolición del resto del convento pueden terminarse, porque de hecho una parte importante ya está derribada. Hay que recordar que fue esa misma Dirección General quien reconoció, el 7 de diciembre de 1977, que el derribo había sido ilegal.La opinión de los vecinos de la zona cercana al convento, que llevan más de año oponiéndose por todos los medios legales a la destrucción del mismo, es que la Dirección General del Patrimonio Artístico ha adoptado una postura que raya en el cinismo. Primero, el 28 de septiembre de 1977, acuerda incoar expediente para declarar monumento histórico-artístico el convento de las Reparadoras en su conjunto. El acuerdo no se publica en el BOE hasta el 29 de octubre.

Mientras, el 4 de octubre, la empresa propietaria del convento, Promociones Gran Madrid, en la que figuran varios nombres muy ligados a UCD, solicita licencia de demolición del convento, excluida la iglesia y parte de la fachada. Incomprensiblemente -según Adelpha, los alegantes particulares y el PSOE-, la Dirección General autoriza la demolición con fecha 11 de octubre. Actualmente, menos la iglesia, todo el perímetro del convento y gran parte del interior está derruido en mayor o menor grado. Adelpha ha denunciado la irregular actuación de Fernando Chueca, director del organismo citado.

La Dirección General, ante la reacción en contra de los vecinos de la zona y las alegaciones presentadas. no tiene más remedio que dar marcha atrás, y el 7 de diciembre acuerda paralizar las obras de demolición, por su «disconformidad a derecho», se dice en el acuerdo.

Al margen de todo este proceso contradictorio, el estudio de detalle en el que figuran las nuevas construcciones que se ubicarán en él solar resultante -incluido el de la iglesia- señala la construcción de cuatro grandes torres de veinte plantas cada una, más dos zonas comerciales de dos plantas. Una de las zonas comerciales y dos de las torres están situadas a diez y veinte metros, respectivamente, de los muros de la iglesia, lo que parece contradecirse con las mismas recomendaciones de la Dirección General del Patrimonio, que en su informe de 7 de diciembre estipula que «la iglesia quedará suficientemente rodeada de zona verde y en la mejor adecuación con respecto a las nuevas construcciones».

En un principio, las esperanzas de la inmobiliaria eran que la iglesia desapareciera también. El sesgo de los acontecimientos indicaba que esto no iba a ser posible, y, para no hacerles perder volumen, un nuevo estudio de detalle ubica alrededor de la iglesia sólo tres de las torres y las dos zonas comerciales, mientras que la cuarta torre se propone levantar en una parcela cercana.

Sólo la iglesia será monumento nacional

A pesar de la oposición del Colegio de Arquitectos y de Coplaco, a pesar de las, alegaciones particulares y de organizaciones como Adelpha o el PSOE, un real decreto de 1 de diciembre de 1978, aparecido en el BOE de 3 de febrero del año en curso, declara como monumento nacional la iglesia y la fachada adyacente, lo que, por deducción, deja fuera de protección el resto del convento.El 30 de enero de este año, los servicios técnicos de la Dirección General del Patrimonio Artístico elevan un informe en el que dan cuenta de la declaración monumental.

«En cuanto al resto del edificio -señala el informe- y habida cuenta de que su estado es de desmantelamiento total por las obras de demolición que en su día tuvieron lugar y que por su irrecuperabilidad han determinado la delimitación actual, es criterio de estos servicios técnicos que... pueda procederse al derribo de todos los restos del mismo ... »

Legalmente, por tanto, y si la Dirección General del Patrimonio hace suyo el informe de sus técnicos, sólo faltaría la licencia de demolición para que el convento de las Reparadoras desaparezca.