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Jomeini forma el primer Gobierno islámico

Ayer tarde se conoció parte del primer Gobierno de la República Islámica de Irán. «Sólo se han cubierto, por el momento, las carteras estrictamente necesarias para hacer marchar al país», dijo un portavoz. Aún se desconoce quiénes ocuparán los más altos cargos de la Administración militar. Parece que los sondeos previos tardan en dar fruto.

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Los siete nuevos ministros tienen en común su probada fe islámica, aunque dentro de una línea no radical. El más conocido de todos es el titular de Asuntos Exteriores, Karim Sandjabi, secretario general del Frente Nacional, y una de las figuras clave de la oposición al antiguo régimen. En popularidad le sigue Dariush Foruiar, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales y ex portavoz del Frente Nacional. Los ministros de Sanidad, Kazem Sami; Transportes, Yusef Tajer Kazwini; Vivienda, Mustafá Kateray, y Planificación y Finanzas, Ali Akbar, no son hombres de gran significación.En cambio, el ministro del Interior, Sayed Jumed Yavadi, sí es especialmente reconocido, sobre todo en los círculos intelectuales y de la izquierda marxista-islámica. Yavadi es el albacea de Ali Shariati, intelectual progresista, discípulo de Franz Farion, que murió el año pasado en Londres en extrañas circunstancias: se afirma que lo mató la Savak. Sharlati fue el ideólogo de una oposición que trataba de casar el marxismo y el existencialismo con la fe chiita. Su prestigio era grande entre los guerrilleros fedayines y muyaidin. El nuevo ministro del Interior se puede convertir, pues, en un hombre-fuente entre el Gobierno y la extrema izquierda armada.

Anteayer se hicieron los primeros nombramientos. A Ibrahim Yazdi -el hombre más cercano a Jomeini en Nauphle le Chateau- se le encargó de la Secretaría de Estado para Asuntos de la Revolución. Junto a Yazdi, hay dos secretarios de Estado más: Jachem Sabaghiam (encargado de las transferenclas de poder) y Amir Entezam (Relaciones Públicas).

Otro hombre del entourage de Jomeini en el exilio, Sadegh Ghotbzadeh, fue nombrado director general de Radiotelevisión. Por último, el general Mohamed Vali Ghareni fue designado jefe del Estado Mayor, puesto que ya ocupó en el Gobierno nacionalista de Mossadez (1951-1953), antes de ser separado del Ejército.

Presos políticos

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Entre tanto, en la prisión de Evin -al norte de Teherán-, varias decenas de presos políticos continuaban detenidos. Los carceleros habían sembrado en el patio minas explosivas, y las puertas de las celdas estaban cerradas de tal modo que ha habido que esperar un día para liberarlos.

"No malgastéis las balas"

Ya antes del discurso de Jomeini aparecieron nuevos carteles en Teherán: «No malgastéis las balas, son del pueblo», «Dejad las armas en las mezquitas, lo ha dicho Jomeini», «No vendáis los fusiles, lo prohiben las leyes del Islam»...Sólo las personas autorizadas por el Gobierno podrán continuar armadas. Poco después del amanecer de ayer, varios enviados del Gobierno parlamentaron con los ocupantes de la base de Levisan (uno de los centros militares más importantes del país), que andaban jugando con los tanques y las armas en una de las explanadas. Incidentes de este tipo han sido frecuentes en los últimos días. El lunes, grupos de incontrolados atacaron cuatro lujosos hoteles -Sheraton, Intercontinental, Hilton e Hyatt-. Varios clientes fueron amenazados con las metralletas en sus propias habitaciones, y algunos de los huéspedes del Intercontinental-principalmente períodistas- tuvieron que dormir debajo de las camas para evitar ser alcanzados por las ráfagas que les dirigían desde el exterior. La intervención de los guerrilleros pro Jomeini puso fin a los incidentes. Un general norteamericano fue detenido en el hotel Hilton y conducido al comité que coordina la guerrilla.

La devolución de las armas llevaba ayer un ritmo lento, si bien los responsables de una de las mezquitas que visitamos se mostraba optimista: «Muchos vienen a denunciar a aquellos de sus vecinos que siguen ocultándolas. Si la gente tarda en devolverlas, tendremos que adoptar medidas especiales».

No está claro todavía que los grupos de extrema izquierda acepten ser desarmados. El nuevo ministro del Interior tiene ya una tarea importante para los próximos días.

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