Los emigrantes españoles no entrarán en Alemania sin previo contrato laboral

El Gobierno de la República Federal de Alemania no sólo mantendrá la actual prohibición de empleo de los trabajadores inmigrados procedentes de países no comunitarios sin previo contrato laboral, sino que además procederá en lo sucesivo con máximo rigor contra éstos. Según el ministro de Trabajo, Herbert Ehrenberg, «es de lamentar que vaya a tener que procederse a acciones policiales en forma de expulsiones del país» de todos aquellos que traten de ingresar en la RFA con fines laborales ilegales. En este sentido ha respondido el Gobierno a industriales de determinados sectores de la producción, como la hostelería, faltos ya de especialistas y mano de obra incipiente. Para el ministro «nadie puede garantizar hoy, ni patronos, ni autoridades laborales, que próximamente no vaya a producirse un nuevo éxodo de trabajadores extranjeros hacia sus países de origen». Ehrenberg ha anticipado también que en ésta o en la próxima legislatura el Parlamento procederá a estudiar una nueva ley para mejorar las condiciones del despido de trabajadores llegados de países no integrados en las comunidades europeas.

En la semana que ha concluido, el Parlamento aprobó una nueva normativa, no muy generosa, por la que los hijos y esposas de trabajadores de estos países pueden tener acceso a un permiso de trabajo después de someterse a un largo período de espera. Hasta ahora, los hijos de los extranjeros establecidos en la RFA que llegaron al país en virtud de la reagrupación familiar después del 31 de diciembre de 1976 y las esposas de los inmigrados ingresadas en Alemania después del 30 de noviembre de 1974 no tenían derecho alguno a este permiso de trabajo. A partir de ahora, estas mujeres deberán esperar un plazo de cuatro años para tener este derecho.