El gobierno italiano tuvo contactos con las Brigadas Rojas

Con la posibilidad de unas elecciones anticipadas en primavera, después de la negativa del Partido Comunista a la propuesta de Andreotti para formar un nuevo Gobierno con técnicos de izquierda, Italia se agitó de nuevo ayer al conocer que el Gobierno democratacristiano había mantenido contactos con las Brigadas Rojas.

El ministro del Interior, Virginio Rognoni, reconoció ante el Parlamento que el verano pasado entró en contacto con el presunto «brigadista» que reveló la participación de dos parlamentarios, una personalidad del Vaticano y miembros del cuerpo de Carabineros en el secuestro y posterior asesinato de Aldo Moro.Esta revelación, en plena crisis política, ha caído como una bomba y los jueces italianos podían acusar a los dirigentes de la Democracia Cristiana por haber ocultado datos.

El escándalo creado por las revelaciones de la revista L'Espresso sobre el caso Moro cobra una nueva dimensión sensacional después de que el diario romano Repubblica afirmara ayer que en la preparación del secuestro del presidente de la Democracia Cristiana participaron, junto a dos diputados, dos obispos y un monseñor.

Mientras el país digiere toda esta rocambolesca historia, los comunistas de Enrico Berlinguer dijeron ayer que «no», con algunos matices, a las propuestas avanzadas por Andreotti para resolver la crisis. Sin embargo, el PCI dejó una puerta abierta al declararse dispuesto a considerar otras iniciativas que garanticen un control para la ejecución de los acuerdos de Gobiernos que se pacten.

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