Punto muerto en la negociación del convenio de banca privada
El conflicto planteado en el sector bancario con la negociación del convenio para este año ha entrado en una fase de punto muerto, que hace, muy difícil que se alcancen acuerdos en fecha razonable y refuerza las posibilidades de que finalmente la solución sea el laudo.Ayer se reanudó la actividad en la mayor parte de las oficinas bancarias del país, aunque algunos grupos de sindicatos, al margen de los que participan en la negociación del convenio, han convocado huelgas indefinidas, que ayer afectaron a algunas oficinas en Barcelona, según informa la delegación de EL PAÍS en esa ciudad. Hoy se mantendrá la normalidad, y el lunes volverá a reanudarse la huelga, en esta ocasión durante 72 horas. La Asociación de Banca (AEB) comunicó a las centrales integrantes de la comisión negociadora que, a la vista del mantenimiento de la convocatoria de huelga, no parecía razonable volver a la mesa de negociaciones antes de que acabe esta postura. Es previsible que el jueves se reanuden las negociaciones y que, si no progresan, la patronal solicite la declaración de conflicto colectivo y reclame el laudo de la autoridad laboral.
A lo largo de los últimos días, la patronal ha negociado informalmente con los responsables de las centrales sindicales -CCOO, UGT y USO fundamentalmente-, así como con los del Gobierno, para tratar de lograr la mediación de las ejecutivas estatales sindicales y de conocer la actitud del Gobierno ante una superación de los topes del decreto Abril. Los contactos parece que no han prosperado
Al mismo tiempo se adivinan posturas divergentes entre distintos bancos sobre el tratamiento del conflicto y las medidas para paliarlo.
Las centrales, mientras, tratan de encontrar salidas a la situación y buscan apoyos de solidaridad internacional. Concretamente el secretario general de banca de UGT viajará el martes a Ginebra para participar en una reunión de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y tratar de hablar del conflicto que le afecta.
El punto álgido de la negociación se alcanzó a principios de esta semana, cuando la patronal parecía dispuesta a ofrecer un aumento del 14% y un complemento especial, que consideraba masa extrasalarial, del orden de 60.000 pesetas anuales para Cada empleado, a cambio de modificar la jornada actual -ocho de la mañana a tres de la tarde- por otra de 8.30 a cinco, con una hora de descanso y libre el sábado. En número de horas trabajadas al año el cambio supone un ligero descenso, aunque trastorne los hábitos de los empleados de banca. Esta oferta fue firmemente rechazada, fundamentalmente por UGT, que se mantiene inalterable en sus posiciones de comienzos de negociación. La banca parece que por razones diversas no se ha atrevido a pactar únicamente con CCOO y USO y trata de incorporar a UGT a un posible acuerdo.
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