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Los efectos de una ley nazi todavía se notan en la RFA

Los efectos de la ley para la protección de la pureza racial del pueblo alemán se mantienen aún en vigor, en cierto sentido, según el último informe estadístico de la Asociación de Antiguos Perseguidos por el Régimen Nazi. Para esta entidad, el que los tribunales denieguen aún hoy una indemnización a unos 50.000 alemanes sometidos a castración, de un total de 200.000, durante la dictadura hitleriana, amparándose en que la esterilización «no es un impedimento laboral», indica, según la Asociación, que el Gobierno debe intervenir junto con el Parlamento para impedir que se mantenga esta secuela del antiguo régimen.Según el informe, la gran mayoría de las 50.000 víctimas supervivientes que fueron sometidas a este procedimiento fueron acusadas durante el nazismo de manifestaciones esquizofrénicas y, en consecuencia, objeto de castración. Una de las víctimas, Reinhold Wilhelm, de 76 años, consiguió en 1950 que se le reconociese oficialmente como persona sana y, por lo tanto, libre de la atribución que se le hizo bajo el nazismo con el fin de sometérsele a una intervención quirúrgica de esterilización.

En un proceso posterior, el juez condicionó el pago de una indemnización estatal a que esta intervención se hubiese producido en régimen de internamiento en un campo de concentración. En 1974, la Comisión de Ruegos del Parlamento privó de todo carácter legal a la ley para la protección de la pureza racial del pueblo alemán, pero a este paso no siguió una reparación adecuada a las víctimas de este procedimiento.

Estas se han agrupado ahora para reclamar una medida efectiva por la que se les conceptúe, al menos, como heridos, de guerra a efectos de pensión.

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