Benjedid Chadly será investido hoy como nuevo presidente de Argelia

Con el 99% de los votos válidos y el 94,23% del cuerpo electoral resultó anoche elegido el único candidato en liza de las elecciones presidenciales argelinas, Benjedid Chadly, el cual obtiene un margen ligeramente inferior al logrado por Bumedian en diciembre de 1976. La investidura del nuevo presidente tendrá lugar hoy, coincidiendo con la festividad islámica del mawlid en nabaui, aniversario del nacimiento de Mahoma.

A paso de carga, la dirección política argelina ha cumplido todas las etapas de la sucesión constitucional de Huari Bumedian y, horas antes de que terminen los 45 días de presidencia interina de Rabah, Bitat, este país contará con un nuevo líder: Benjedid Chadly. Lo más destacado de las elecciones fue la participación masiva de votantes y una proporción de sufragios afirmativos equivalentes al 99,5% de los votos válidos.En la mayor parte de los «poblados socialistas», que constituyen el modelo argelino de las cooperativas rurales, los votos en favor del coronel Chadly rondaron entre el 99,8 y el 100%. En las tres grandes capitales de Argelia, Argel, Orán y Constantina, los votos positivos oscilaron entre el 99 y el 99,4 %, todos ellos referidos al porcentaje de sufragios válidos.

Es decir, que de los 7.800.000 personas que componen el censo electoral, las que votaron en contra del candidato único fueron 48.938. Las abstenciones no superan el 3 % del electorado.

La «masiva» victoria de Chadly, a la que hicieron ayer referencia los medios informativos argelinos, no ofrecía la menor duda. Antes de que se proclamaran oficialmente los resultados, el semanario Argelie Actualite apareció con una enorme foto de Chadly en la portada y el titular «Chadly, presidente». Hay que decir que en la tarde del miércoles el ministro del Interior, Mohamed Abdelghani, ya había brindado las primeras cifras oficiales que traducían una abrumadora mayoría para el nuevo presidente.

En la prensa argelina hubo también cabida para criticar la «sorpresa» de muchos medios informativos occidentales, que pusieron en duda la regularidad de los comicios argelinos. Tras criticar la «penosa democracia liberal», el rotativo El Mudjahid indicó que el «modelo electoral» argelino no puede ser comprendido por las democracias occidentales, debido a que no se entiende en ellas que el pueblo de Argelia «otorgue su confianza al candidato encargado de ser el próximo estandarte de esta revolución que nos lleva de éxito en éxito».

Con la proclamación de Benjedid Chadly concluye la fase más espectacular del proceso de sucesión presidencial y se abre paso la etapa de definición, que será, a fin de cuentas, la que permita descubrir los primeros indicios sólidos sobre la «continuidad» de la línea política argelina. Los diecisiete hombres del buró político han de repartirse ahora la doble tarea de dirigir el Gobierno y el partido, y una gran parte de ellos contará con una doble responsabilidad, según todo parece indicar.

Comienza la fase de reforma constitucional

La siguiente fase será la de «armonización» o reforma de la Constitución, que necesitará la emergencia del nuevo partido único argelino, en su dimensión de órgano supremo del poder. Algunos ministerios, como los de Información y Juventud, tendrán que desaparecer y sus atribuciones serán de la competencia del FLN.En política exterior no habrá cambios trascendentales, salvo tal vez una reafirmación de la personalidad argelina en sus relaciones con las potencias del Este. La URSS, Cuba y otros países socialistas han enviado sendos mensajes de felicitación a Chadly y sus órganos de propaganda han elogiado los resultados del IV Congreso del FLN, pero el nuevo presidente de Argelia es un perfecto desconocido para esas capitales donde, hasta el último minuto, se había dado como vencedor al coronel Yahiaui.