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Cómo se elige en Argelia entre "sí" o "no"

Una papeleta de color blanco con la inscripción «sí» tras la pregunta «¿Está usted de acuerdo para la elección a la presidencia de la República del candidato propuesto por el congreso del FLN?», y otra de color naranja, con idéntica pregunta y la palabra «no», más abajo. Ambas son entregadas a cada elector, junto a un sobre de pequeñas dimensiones.En Bab-El-Ued, el barrio más popular de Argel, este corresponsal asiste a los trabajos del colegio electoral número 75. Una gran mayoría de hombres y muy pocas mujeres, casi todas ellas con el tradicional velo.

La mesa electoral está dirigida por un grupo de jóvenes estudiantes. Hay una separación del local: a un lado los hombres y al otro las mujeres. A ambos extremos, los cubículos tapados con sendas mantas o construidos en madera, en los que cada elector hará su selección lejos de miradas indiscretas.

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El 90% del electorado argelino participó ayer en la ratificación de la candidatura de Chadly

Una parte de los hombres vota también por sus mujeres o familiares del sexo contrario. Al preguntarles la razón afirman invariablemente: «mi mujer está enferma...», o «se ocupa de los niños en la casa». En la aplicación de los objetivos de la Carta Nacional argelina, los que conciernen a la liberación de la mujer serán los más conflictivos.

La localidad de Adras, al suroeste de Argel, y la de Tebessa, cerca de la frontera con Túnez, han sido las que arrojan el mayor número de votantes: más del 75% de los inscritos, a las seis horas de abrir los colegios. En el número 75 de Bab-El-Ued no hay cola alguna. Los cafés no han cerrado y algunos comentan que muchos electores no cumplirán su deber porque la jornada es festiva, el sol radiante y la temperatura invitan a salir al campo o a la playa.

En la pared, los lemas del reciente congreso del FLN y las consignas trazadas por los delegados de las kasmas o células del partido, en torno a la necesaria disciplina de voto y a la movilización del electorado. La foto de Benjedid Chadly, en color, parece la de un señor en gmático.

Yahiaui representaba el temoral radicalismo y la posibilidad de que «hasta se cerraran las fronteras». Nadie sabe de dónde vino esa campaña contra quien siempre se tuvo por el candidato más probable. Chadly tendrá que apoyarse en la nueva dirección política: más que un hombre fuerte, como Bumedian, tratará de ser un excelente árbitro entre las tendencias que se reparten el poder en Argelia.

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