Lewis Carroll, en política
Si nos dijeran que Alicia en la España de las maravillas es una película española de hace una década podríamos encontrarle tal vez una disculpa, que no una justificación o un sentido. Ignoro si el guión de esta película tiene en realidad la edad que aparenta, pero todo en él, su idea central, su construcción, sus mecanismos, etcétera, pertenece a una época en que el simbolismo era el fin inevitable de cualquier discurso crítico. Durante años, muchos pudieron achacar la deficiente estructura de su película a los cortes de la censura, su ilegibilidad a la imposibilidad de hablar claro. Se utilizaba el símbolo porque la cosa simbolizada era intocable e innombrable, nadie confesaba hacerlo por gusto. La desaparición de la censura ha ayudado a deshacer muchos equívocos y, así, hay quien era incoherente y continúa siéndolo, a pesar de que nadie corta ya sus películas.Alicia en la España de las maravillas se pretende una libre adaptación de la obra de Lew¡s Carrol al panorama político español actual. El planteamiento resulta, de entrada, bastante artificioso e innecesario, aunque posee una nada desdeñable justificación: la diversión. Pero Jordi Feliú parece desdeñar este capítulo -único que podía dar sentido a su experiencia- y se toma en serio a sí mismo, lo que resulta, a la larga, patético. Porque Alicia... no es ni graciosa, ni divertida, ni especialmente aguda, crítica o ingeniosa. Muy al contrario, Feliú cae en todos los tópicos posibles sobre el fascismo, la censura, la represión, etcétera. Su discurso suena como una vieja y cansina canción. Cuenta lo que todo el mundo sabe con un lenguaje que se quiere original, pero que resulta irritantemente desfasado. Los autores pretenden haber dotado a la película de «un Primer nivel de lectura recreativa», pero no lo han logrado. Alicia... es un filme híbrido, ni divertido ni doctrinal, mucho menos ambas cosas, construido sobre lugares comunes, imágenes gratuitas, diálogos incoherentes y un presunto «surrealísmo» de divulgación.
Alicia en la España de las maravillas
Director: Jordi Feliú. Guión: Jesús Borrás, Antoni Colomer y Jordi Feliú, basado libremente en Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll. Fotografía: Paúl Pérez Cubero. Música: Joan Pineda. Intérpretes: Mireia Ross, Silvia Aguilar, Montserrat Móstoles, Conxa Bardem, Rafael Anglada y Jennifer Bertrac. Española, 1978. Local de estreno: Arniches
Lo peor de esta película es su dosis obligada de erotismo, que parece deberse más que nada a imperativos de venta, ya que otra cosa no la justifica, y lo que los autores deben tener por uno de sus mejores hallazgos: emplear a cuatro actrices para hacer el papel de Alicia. Descarada copia del recurso utilizado por Buñuel en Ese oscuro objeto del deseo.
Babelia
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