Mota Pinto traza un panorama desolador de Portulgal
El primer ministro de Portugal, Carlos Alberto Mota Pinto, expuso anoche al país, a través de la radio y la televisión, el panorama más desolador trazado por un gobernante desde la revolución de los claveles.Mota Pinto reveló que las cuentas del Estado cerraron el ejercicio de 1978 con un déficit de 2.000 millones de dólares.
Para combatir la inflación y evitar que los portugueses de hoy «exploten la generación venidera», el Gobierno de Mota Pinto reducirá este año el gasto público en quinientos millones de dólares.
El primer ministro del cuarto Gobierno constitucional criticó duramente «el compadreo y la clientela» que degradaron el aparato administrativo del Estado, en donde se observa «inoperancia, ineficacia e incluso sabotaje».
Se lamentó igualmente de que las inversiones durante 1978 hubieran sido la mitad de las registradas en el año anterior, y constató que la producción durante dicho año alcanzó un 6%, dos puntos menos que en 1977.
Entre tanto, el paro aurrientó, el nivel de productividad descendió y el abstencionismo continuó en progresión alarmante.
Utilizando datos aritméticos terroríficos, el jefe del ejecutivo trazó un panorama de miedo acerca de la realidad económico-financiera de Portugal, el desbarajuste administrativo, el desastre en la asistencia médica y las responsabilidades de la época «gonçalvista».
Esta época se refiere a los Gobiernos del general Vasco Gonçalves, en la época más radical y pro comunista de la revolución de los claveles.
Mota Pinto acusó a anteriores administraciones de «compadreo» y de «cesión de exigencias irrealizables», de un lado, y acusó genéricamente a las fuerzas «revolucionarias» de manejar sofismas pseudodemócratas de «falso humanismo diletante».
Atacó a quienes «lanzan alaridos sobre los peligros que acechan a la democracia, cuando se quiere gobernar de verdad», y sin mencionarlo atacó duramente al Partido Comunista (PCP) diciendo que esos alaridos son lógicos en aquellos que utilizan en su lucha «el método de las contradicciones».
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