Los cambios en la política mundial abren hoy la "cumbre" de Guadalupe

Anoche, a las nueve horas, el presidente de la República Francesa, Valery Giscard d'Estaing y su esposa, empezaron a recibir en la playa de San Francisco (Guadalupe) a sus tres invitados que, sucesivamente, llegaron al hotel Hamak: El premier británico James Callagham, el canciller alemán Helmut Schmidt y el presidente americano Jimmy Carter, todos ellos acompañados por sus esposas. El presidente francés, anfitrión oficial, declaró ayer, antes de abandonar París, que esta «cumbre» serviría para «evaluar la situación o situaciones en el mundo». Los medios informativos occidentales, en principio, no esperan nada concreto de esta reunión, que «los cuatro», bautizados también como la banda occidental de los cuatro, pretenden informal y en la que hablarán de asuntos políticos mundiales sobre todo y, también, económicos.El presidente Giscard, valoró someramente la «cumbre» de Guadalupe antes de coger el avión: «Será útil -dijo- examinar las modificaciones del equilibrio en el mundo, la distensión con la URSS, el nuevo giro que se ha dado a las relaciones con China, las consecuencias de no lograr la paz en Oriente Próximo y eñ diferentes puntos calientes del mundo.» Giscard no citó expresamente el caso de Irán, pero nadie duda que este viernes y mañana, sábado, en Guadalupe, se hablará del pozo de petróleo que, antes de la crisis, le surtía al mundo el 10% de su consumo energético. El presidente francés, tras explicar que su lista de temas de conversación no era exhaustiva, globalizó su preanálisis de la «cumbre» en los términos siguientes: «Caminamos hacia un mundo multipolar, esto es bueno, pues los dos bloques son un factor de inseguridad.»

En pocas palabras, puede decirse que en la isla de Guadalupe «los cuatro» van a hablar de estrategia militar y política planetaria, lo cual no les impediría abordar cuestiones económicas.

En primer lugar cabe señalar que el presidente norteamericano viaja a Guadalupe acompañado de su asesor en cuestiones internacionales, Zbigniew Brzezinski, quien antes de iniciar el viaje subrayó que Carter ratificará su apoyo al sha.

Los medios oficiales franceses insistían ayer en el carácter personal de la reunión, en donde se podrá hablar de todo, con toda libertad. Por el lado americano se ha hecho saber que Carter desea informar a sus colegas sobre las negociacionels SALT (limitación de armamentos estratégicos) con los soviéticos, pero sobre este tema, como ocurre con otros varios, las divergencias entre «los cuatro» son sensibles, por no decir insuperables, de momento al menos.

La distinta visión de algunos problemas, los intereses de cada cual, el volúmen inmenso de lo que ha dado en llamarse «grandes problemas» del mundo, sometido todo ello al límite impuesto por 48 horas de estancia en un decorado de vacaciones, al lado de las esposas, atentas y absorbentes también, hace aleatoria toda previsión sobre los resultados de la «cumbre». Por añadidura, desde hace pocas semanas, el paisaje mundial ha evolucionado, en cierta manera imprevisible: relaciones diplomáticas China-USA, la «desgracia» del sha de Irán, el fracaso de las segundas negociaciones SALT entre americanos y soviéticos y el nuevo sistema monetario europeo (SME), frenado por la discordia franco-alemana en materia agrícola.

En el terreno exclusivamente económico, norteamericanos y británicos coinciden al afirmar que la reunión no preparará la «cumbre» económica occidental del próximo mes dejunio en Japón.