Tensión en ambientes militares
La tensión que pudo observarse ayer en ambientes militares no tiene precedente, según declararon a EL PAÍS fuentes militares no oficiales. «Habitualmente, después de los atentados terroristas, el clima solía ser de silencio y respeto -comentaron dichas fuentes- Es innegable que los militares que corearon ayer los gritos contra el Gobierno y su vicepresidente, el teniente general Gutiérrez Mellado, fueron, si no mayoría, sí una parte muy importante de los 2.500 presentes. En las filas del Ejército de Tierra, los gritos eran aún más abundantes que en las de Marina o Aire.»Asimismo, en el Cuartel General del Ejército, donde comenzaron los incidentes, se escucharon frecuentes críticas a la última intervención televisada del ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa. Incluso algunos militares, considerados de carácter más liberal, parecían exaltados.
Ya desde primera hora de la mañana se tenía conocimiento de la existencia de reuniones entre miembros de la oficialidad en algunas unidades, a fin de comentar los últimos sucesos. Estas reuniones tuvieron carácter informal.
Durante el día de ayer se produjeron distintos rumores en torno a problemas que habrían afectado a ciertas guarniciones. En concreto, fueron varias las ciudades -Madrid, Huelva, Badajoz- en las que pudo observarse una inusual presencia de vehículos militares. Según fuentes no oficiales, el mando habría dispuesto modificaciones en el recorrido habitual de los convoyes que se dirigen a los lugares de entrenamiento dé la tropa, de forma que atravesaran el casco de las poblaciones en lugar de bordearlas, como suele ser normal.
Sin embargo, fuentes oficiales del Ministerio de Defensa desmintieron la existencia de orden alguna en dicho sentido, y afirmaron que no existían noticias de alteración alguna en los movimientos normales de tropas de las distintas unidades.
