Ofensiva terrorista en el País Vasco tras la entrada en vigor de la Constitución
Un comandante del Ejército de Tierra y un cabo artificiero de la Policía Armada murieron ayer en San Sebastián y Pamplona, víctimas de sendas acciones terroristas, las primeras de 1979, que vienen a sumarse a los asesinatos registrados en Yurre y Llodio los pasados días 30 y 31 de diciembre, y que ayer reivindicó ETA militar. El balance de cuatro muertos en otros tantos días hace temer una ofensiva de ETA ante el proceso político abierto tras la entrada en vigor de la Constitución.El atentado contra el comandante José María Herrera Hernández, ayudante del gobernador militar de Guipúzcoa, es interpretado en medios políticos y militares vascos como una provocación a las Fuerzas Armadas. En la muerte del cabo Francisco Berlanga Torres, materialmente destrozado al explosionar una bomba que pretendía desactivar, se dieron la mano la intención de los que colocaron el explosivo y la imprudencia de la víctima, que, sin la menor protección, manipuló la carga.
El comandante Herrera fue ametrallado en San Sebastián cuando se disponía a tomar el automóvil en el que le esperaban un capitán y un soldado, contra los que aparentemente no abrieron fuego los terroristas, ya que resultaron ilesos, mientras el primero fallecía en el acto. Una bala en la cara, otra en el cuello y una tercera en el costado, de las nueve que dispararon contra el comandante, le habían causado heridas mortales de necesidad.
La desconexión del jefe del Ejército asesinado con cualquier actividad política e incluso con los servicios de información militares fue reiterada a EL PAIS anoche en fuentes oficiales. La no militancia política de la víctima ni en la actualidad ni el pasado ha sido indicada también por los familiares. El gobernador civil de Guipúzcoa afirmó que el comandante no desempeñaba «ninguna misión especial en el País Vasco», territorio en el que transcurrió la mayor parte de su carrera militar. Por el contrario, era de todos conocida su vinculación con el deporte.
Las notas de condena comenzaron a llegar en la tarde de ayer a las redacciones y acaso merezca ser destacada por su contundencia la difundida por el Partido Comunista de Euskadi (PCE). «Cuando el crimen, la provocación y el terrorismo tienen nombre concreto, es irresponsabilidad política ignorarlo», afirman los comunistas vascos refiriéndose a ETA.
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