_
_
_
_
Reportaje:

La fiebre de platillos volantes se extiende por toda Italia

Juan Arias

El fenómeno de los platillos volantes preocupa a los italianos. De golpe, media nación afirma haber visto esos objetos luminosos que forman ya parte de una ciencia: la ufología. En Italia, en este momento, están viendo platillos luminosos personas de todas las categorías: escuelas enteras con sus papás, camioneros poco propensos al histerismo, pescadores que no conocen el miedo y que están bien preparados para todas las sorpresas.Los han visto en las torres de control del aeropuerto y, sobre todo en los últimos días han sido protagonistas de esta fiebre de platillos un sinfín de policías. La prensa ha publicado las primeras fotografías de estos objetos misteriosos que los días pasados hizo un agente de la policía científica. Todas estas fotografías fueron enviadas ayer a las Naciones Unidas para que sean estudiadas por la comisión sobre problemas del espacio.

La noticia de estos discos volantes vienen de casi toda Italia, pero, sobre todo, de las regiones de Los Abruzos, Las Marcas, Campania, Sicilia y Cerdeña. Esto resulta sospechoso a los sociólogos porque se trata de las regiones más pobres del país.

El episodio más clamoroso de estos días tuvo lugar en la provincia de Avelino. Una patrulla de la policía de carretera observó dos objetos misteriosos en el cielo, cerca de una de las salidas de la autopista Nápoles-Bari. La policía vio a estos dos ovnis aterrizar y volver a salir disparados. Las autoridades han dado mucha importancia al parte de estos policías, hasta el punto que toda la zona estuvo acordonada por la policía y se hicieron exámenes de todo tipo. La noticia la dio un diario poco sensacionalista, L'Unita, órgano oficial del Partido Comunista.

El problema de esta fiebre de visiones luminosas se ha convertido en una cuestión nacional hasta el punto que ha llegado a merecer la primera página, y a cuatro columnas, del Corriere della Sera. Se pone de relieve que, precisamente en estos días, el Ministerio de la Defensa ha desempolvado un cuestionario que está en vigor desde hace quince años, pero al que no se había dado nunca importancia. Se llama ONVI y quiere decir Módulo de Percepción de Objetos Volantes no Identificados. Consta de veintisiete preguntas a las que deben responder en los aeropuertos militares y civiles, en los cuarteles y en todos aquellos centros que se interesan por lo que sucede en el espacio aéreo. Al parece, hasta ahora, de todas las noticias que han llegado a las autoridades, sólo un 5% han sido consideradas misteriosas o sin explicación.

Mientras las autoridades milita res se han despertado de su siesta por lo que se refiere a este problema, y han empezado a preocuparse del hecho de que sean sobre todo miembros de las fuerzas del orden los que observen y fotografíen estos discos volantes. En el otro campo, el de la sociología y del psicoanálisis, se buscan explicaciones muy diversas a este pulular repentino y masivo de visiones o alucinaciones.

Sobre el fenómeno ha escrito estos días uno de los principales sociólogos italianos, Francesco Alberone, catedrático de Milán, y un psicoanalista, Franco Fornari «Estoy perplejo -dijo Alberone- porque normalmente estos fenómenos colectivos suceden en estado de alarma. Cuando murió César nacieron mil presagios; cuando los españoles invadieron México, los presagios se repitieron; en 1968, en Italia, muchos veían vírgenes que lloraban y se iluminaban con una luz celeste; en tiempos de la guerra fría, platillos volantes aparecían y desaparecían continuamente.», Según Alberone, el hecho de que hoy media Italia vea estos ovnis, hasta el punto de que «falta sólo que entren en nuestro dormitorio», tiene que tener una explicación, «pero es necesario buscarla en la tierra, no en el cielo». Según el sociólogo, la causa no puede ser siquiera el miedo al terrorismo, ya que «el sistema político, dígase lo que se diga, es fuerte como una roca».

Nueva versión de los ángeles

Y ¿qué piensan los psicólogos? Fornari, médico y psicoanalista, director del Instituto de Psicología de la Universidad de Milán y autor del famoso libro El psicoanálisis de la guerra, da una respuesta: «En tiempos de crisis como el nuestro los hombres sienten la necesidad de materializar la esperanza.» Se trata del concepto de ángel que se renueva. El famoso psicólogo recuerda que en tiempos de Sócrates los dioses se vestían de mendigos, y que los católicos han descrito siempre al ángel como un joven elegante, limpio, bondadoso, aunque tuviera alas. La versión moderna de este fenómeno alucinatorio, según Fornari, son los ovnis, una especie de ángeles con vestido tecnológico, como lo exige nuestra era actual.En el debate ha participado también el principal especialista en Historia de las Religiones, el catedrático Alfonso di Nola, quien ha recordado que «esta evasión que lleva a ver objetos luminosos en el cielo, no es algo moderno: Ezequiel, por ejemplo, imaginaba el trono de Dios como un carro de fuego». Según Di Nola, estos platillos volantes son, ni más ni menos, que los mitos eternos que hoy, ante el miedo de la ciencia y la técnica no controladas, vuelven a presentarse en edición corregida y aumentada.

En Roma, bajo este clima de irracionalidad, un hecho causó durante unas horas sorpresa y preocupación: la revista satírica Il Male salió a la calle con una imitación perfecta de Il Corriere della Sera, en edición extraordinaria, con la noticia de un desembarco de extraterrestres. La foto era los dos platillos volantes vistos por la policía en Palermo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_