Malas noticias de Correos
La supresión por el Servilcio de Correos de la entrega de paquetes a domicilio en Madrid, ya denunciada por una carta de José Costa Salvatella aparecida en ese diario, tiene consecuencias graves para miles de madrileños, entre quienes se, cuentan los críticos literarios que recibimos diariamente paquetes de libros remitidos por las editoriales. El llamado servicio a domicilio nós ahorraba tiempo y dinero (aunque tuviésemos que pagar una cantidad por cada paquete que el cartero nos llevaba a casa). Para justificar esa supresión Correos alega que el servicio a domicilio era demasiado costoso para la Administración. Como no hay que pensar que el señor director general de Correos rectifique, hemos de resignarnos a la supresión de tan útil servicio. Lo más grave del asunto es que, a partir de dicha supresión, los destinatarios de los paquetes tenemos que ir a recogerlos, no a la oficina de Correos más cercana, ni siquiera a la central de Cibeles, como parecería lógico, sino a varios kilómetros de distancia. Por ejemplo, quienes vivimos en el distrito Centro -zona de Santa Bárbara, Alonso Martínez, Génova, etcétera-, tenemos que ir nada menos que a la oficina de Legazpi. ¿Será mucho pedir al señor director ge neral de Correos que restablezca la recogida de paquetes en la central de Cibeles, o en la adjunta calle de Montalbán, donde antes se hallaba? Confiemos en que el señor director general se apiade de los sufridos destinatarios de paquetes impresos, que ahora debemos perder, en el mejor de los casos, un par de horas para ir a recogerlos a respetable distancia de nuestro domicilio.
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