Suspendidas por varias semanas las negociaciones entre Israel y Egipto

Las conversaciones tripartitas sobre Oriente Próximo quedarán suspendidas durante unas semanas, hasta que se enfríe el amb1 ente de tensión creado por la negativa israelí a aceptar las propuestas de paz egipcio-norteamericanas y por la declaración del Gabinete de Menahem Begin, que ha irritado al Gobierno de Washington.Paradójicamente, las negociaciones de paz entre Egipto e Israel, con la activa mediación de Estados Unidos, alcanzaron su punto más cercano a la ruptura sólo un día antes de la fecha en que se suponía debía quedar ultimado un tratado de paz entre El Cairo y Jerusalén. Hoy, 17 de diciembre, concluye el plazo de tres meses que fijaron Sadat y Begin para concluir las negociaciones, tras la firma de los acuerdos de Camp David.

El Gobierno norteamericano no ha hecho todavía una declaración oficial sobre la negativa israelí y el fracaso de la misión mediadora de Cyrus Vance. Pero un «alto funcionario», que podría ser el propio secretario de Estado, comentó a los periodistas a bordo del avión que devolvía a Vance a Estados Unidos la irritación que ha causado en la Administración Carter la declaración oficial del Gobierno israelí.

Este funcionario acusó a Israel de hacer declaraciones equívocas y de distorsionar datos, además de quejarse de la poca oportunidad y, del tono agresivo con que el Gabinete de Begin dio su versión de las fallidas negociaciones. Tanto Vance como el presidente Carter son descritos como «frustrados» ante lo que consideran una intransigencia del Gobierno israelí. En círculos oficiales se Insiste, por el contrario, en que los egipcios han mostrado flexibilidad y hecho concesiones.

Paralización durante tiempo indeterminado

El enfriamiento de relaciones entre Israel y su principal suministrador de ayuda económica y equipo bélico, además de garante de su existencia como Estado, obligará a paralizar las conversaciones tripartitas durante un período indeterminado, quizá de varias semanas, se piensa en Washington.

El presidente Carter podría así mostrar públicamente su desánimo, sin criticar de modo directo a Israel, y entregarse a otros temas de política internacional. En realidad, ya ha empezado a hacerlo, con su espectacular anuncio de establecimiento de relaciones diplomáticas plenas con la República Popular China. En los próximos días, Jimmy Carter centrará seguramente su atención en la firma de un tratado de limitación de armas estratégicas con la URSS y en la posible cumbre con Leónidas Brejnev.

Los principales puntos de desacuerdo, en los que el Gobierno Begin sigue mostrándose inflexible, continúan siendo el artículo sexto del tratado, en el que se establece su prioridad sobre otros acuerdos defensivos, y el problema de la autonomía de Cisjordania y Gaza. Begin llama a Cisjordania las provincias históricas de Judea y Samaria, mientras la postura oficial de Washington es la de considerar los territorios ocupados en la guerra de 1967, cuya soberanía debe abandonar Israel.