Optimismo en Washington ante las negociaciones de Vance en Israel y Egipto

La diplomacia norteamericana intensifica sus presiones sobre egipcios e israelíes, en la creencia de que todavía es posible la firma de un tratado de paz entre los dos países antes del próximo domingo, fecha en que expira el plazo de tres meses que se autoimpusieron Sadat y Begin tras los acuerdos de Camp David.

En los medios oficiales de Washington se respiraba ayer un cierto optimismo. Aunque no hay confirmación, parece que Cyrus Vance ha tenido éxito en sus gestiones en El Cairo y el presidente Anuar el Sadat está dispuesto a aceptar la nueva fórmula de compromiso elaborada por la Administración Carter.

Los dos obstáculos que llevaron al nuevo punto muerto en que se encuentran las coñversaciones de paz son la negativa israelí a aceptar un calendario para la autonomía de Cisjordania y Gaza y el deseo egipcio de incluir salvedades en el artículo sexto del borrador del tratado, que dará a éste prioridad sobre otros compromisos o alianzas anteriores de los dos países con terceras naciones.

Los norteamericanos han propuesto dos cartas adicionales, que se incluirían en el paquete del tratado. En una se acordaría que si los palestinos de Gaza y Cisjordania no participan en las elecciones para el autogobierno local, sin que sean culpables de ello Egipto e Israel, esto no influiría en el tratado de paz. Así, Israel obtendría garantías respecto a la vinculación entre los dos acuerdos, a cambio de lo cual se comprometería a aceptar el calendario que fija el 31 de diciembre de 1979 como fecha límite para la celebración de elecciones.

La segunda carta incluiría la salvedad de que siempre que Israel no sea el agresor en un futuro conflicto en Oriente Próximo, el artículo sexto del tratado estaría en Vigor y daría prioridad a este acuerdo. Sadat, que teme más al aspecto político que al militar de este artículo, quedaría así en libertad de respetar sus compromisos con los árabes en caso de una agresión israelí.