La sorpresa de la crisis de Irán, estímulo para inversiones alternativas
La sorpresa de la crisis de Irán y los problemas energéticos que lleva planteados al haber parado su producción de petróleo es el mejor estímulo para la inversión en fuentes alternativas de energía, dijo ayer Paul Frankel, presidente de Petroleum Economics, en una conferencia pronunciada en el INI por iniciativa del Club del Petróleo.Según el señor Frankel, los elementos de gran peligro estaban ya hace tiempo ahí donde están, porque nacen del hecho de que el 60 % de las reservas mundiales de petróleo se concentren en una zona de tanta inestabilidad como el golfo Pérsico. El hecho de que antes se identificara al sha y a Irán como algo único y ahora hayan cambiado las cosas, «no sabemos en qué dirección», dijo, debe hacernos reflexionar en la necesidad de asumir sorpresas desagradables, aunque lo cierto es que rara vez todo vaya mal, porque hay poderes compensatorios.
El señor Frankel expuso que con un crecimiento medio del 2 % en las economías mundiales no habrá problemas de energía, pero sí de países pobres. Si se eleva ese crecimiento al 4 %, media necesaria para que el nivel de vida bueno llegue a todos o casi todos los pueblos, el mundo tendrá problemas energéticos.
Después de examinar las alternativas que se ofrecen -reducir el consumo por el ahorro, explorar más, trabajar con energías como la del carbón, la solar o la eólica-, el presidente de Petroleuni Economics afirmó que para evitar sorpresas hay que desarrollar la industria del petróleo y del gas natural, superar los temores de diversa índole y aceptar que la energía nuclear será la nueva frontera
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