"Un número incontable de personas encarceladas por sus ideas", denuncia Amnesty Internacional

«Tres décadas después de haberse proclamado la Declaración Universal de Derechos Humanos -el aniversario se cumple hoy- un número incontable de hombres y mujeres se encuentra en la cárcel por sus ideas», afirma una declaración de conciencia formulada por la organización no gubernamental Amnesty International, para recordar la jornada de hoy.

«Se les retiene como presos de conciencia en decenas de países del mundo entero -afirma la declaración-, hacinados en celdas, en campos de trabajo y en remotas prisiones. Miles de personas se ven privadas de su libertad bajo decretos administrativos, con frecuencia dictados por Gobiernos militares, negándoseles toda posibilidad de juicio o apelación. A otros se les interna en hospitales para enfermos mentales o se les mantiene ocultos en campos secretos de detención. Muchas personas se ven obligadas a soportar una tortura implacable y sistemática. Cada vez más, líderes políticos y ciudadanos comunes se están convirtiendo en víctimas de secuestros, desapariciones y asesinatos perpetrados tanto por fuerzas del Gobierno como de la oposición.En el último informe de Al, correspondiente a 1977, se decía que se detectaron violaciones de derechos humanos en más de dos tercios de los países miembros de las N aciones Unidas y se mostraba como «todos los regímenes, todos los bloques ideológicos o políticos toman parte en estas violaciones».

A lo largo de este año, Al ha denunciado, entre otros, los siguientes casos de violación de derechos y ejecuciones políticas. Esta enumeración no tiene un carácter exhaustivo y habrá que esperar a la publicación del informe anual de Amnesty para 1978.

Ejecuciones en Vietnam, torturas en Argentina; «desaparecidos» y prisioneros políticos en México; asesinato en marzo de Pedro Joaquín Chamorro, director del diario La Prensa, de Nicaragua; prisio neros de conciencia en Singapur; testimonios de que el presidente Macías ha convertido a Guinea Ecuatorial en «un inmenso campo de tortura»; juicios a presos políticos en Teherán sin posibilidad de una defensa justa; entre 10.000 y 15.000 presos políticos en Bangladesh; publicación de una lista de 113 casos de homicidios y desapariciones a cargo de «escuadrones de la muerte» en Guatemala; ejecuciones públicas en Pakistán; eje cuciones a presos políticos y comunes en la República Popular de China; sentencias de muerte en Zaire; presos políticos en Tailandia, algunos de ellos detenidos por un decreto de emergencia bajo la sospecha de «ser peligrosos para la sociedad»; detenciones y malos tratos por la policía a disidentes polacos; prisioneros políticos en Brasil.

En el segundo semestre de este año, Al ha denunciado también los siguientes casos:

Petición de una investigación pública en el Reino Unido para comprobar alegaciones de malos tratos por la policía del Ulster a presuntos terroristas; treinta casos de personas confinadas en Rumania en hospitales psiquiátricos por razones políticas; tortura, asesinatos políticos y matanzas por las fuerzas de seguridad en Uganda; más de 230 personas en la URSS que han sido sentenciadas a cárcel, exilio o clínicas psiquiátricas por el ejercicio no violento de sus derechos humanos, desde agosto de 1975; dos condenas a presos políticos por «recoger información» en la República Democrática Alemana; torturas en Tanzania; juicios políticos contra los sindicalistas en Túnez; amplísimas violaciones de derechos humanos en Karnpuchea Democrática (antigua Camboya) con ejecuciones sumarísimas; persecución de campesinos, sindicalistas y líderes religiosos y civiles en El Salvador; ejecución de «veintiún comunistas» en Irak; ejecuciones públicas en Somalia.

La última intervención de Al fue -en noviembre- una crítica al Gobierno de la República de Irlanda por rechazar los consejos de un comité independiente sobre salvaguardias contra la brutalidad policial.

Por otra parte, coincidiendo con este aniversario de la Declaración de Derechos Humanos, la Liga de los Estados Arabes ha distribuido, a través de su oficina en Madrid, un extenso informe sobre la situación de los presos palestinos en las cárceles israelíes.

El informe cita la existencia de dieciséis cárceles, tres campos de concentración militares y otros tres en construcción y campos de trabajos forzados. Denuncia también los métodos de tortura contra los palestinos en las cárceles de Israel.

Desaparecidos

La Asamblea General de las Naciones Unidas convertirá este año el tema de los desaparecidos por motivos políticos en la piedra angular de su defensa de los derechos humanos.Bajo los auspicios de diecisiete Estados, entre los que se encuentran España, Bolivia, Ecuador, República Dominicana, la Asamblea General pedirá a los Gobiernos que inicien investigaciones «rápidas e imparciales» para descubrir el paradero de los detenidos-desaparecidos.

El problema afecta con especial intensidad a los países del Cono Sur de Suramérica, donde según cifras de organizaciones internacionales existen unas 16.000 personas desaparecidas por motivos políticos. De esta cifra, 15.000 corresponden a Argentina, más de seiscientas a Chile y cien a Uruguay.