Serafín contra TVE

El diario EL PAIS, en su edición de fecha 2 de diciembre, y en la sección dedicada a la programación de TVE, anunciaba en el espacio «Informe semanal» un reportaje con opiniones acerca de la Constitución por profesionales del humor, entre los que estaba mi nombre. Este espacio fue filmado en la sala de arte Cava Baja, durante la inauguración de la muestra actual «Los humoristas y la Constitución».No sorprende a nadie que dicho reportaje no fuese dado ni en el espacio ni el día indicado, sino el domingo en el telediario de la noche; lo que sí pasma es la arbitrariedad currojimenesca de vetar mi espacio de declaraciones ante la cámara, según mis informes por haber representado gráficamente yo a la Constitución con cierta frescura.

El puritanismo de nuestra amada TVE no la priva, minutos después de pasar el capítulo correspondiente al bodrio Yo, Claudio -una concatenación delirante de aberraciones, crímenes, adulterios, etcétera, sin rigor alguno moral ni histórico- y que en una de sus secuencias nos muestra sobre la mesa del emperador Tiberio una serie de grabados pornográficos, obsequio de Calígula. (Lo de «grabados» en la época de Tiberio no es mío, es de nuestra TVE, así las gasta.)

A los nerones o tiberios de nuestra TVE les remito el artículo 20 de nuestra Constitución, que habla de la libertad de expresión y al que ellos han hecho, ¡ya!, un corte de mangas (compañero del alma, tan temprano ... ) al tijeretear mi declaración.

Asimismo, les invito a que me citen qué artículos de este histórico documento tolera la censura arbitraria, la ley del embudo o el papanatismo ilota ante el producto extranjero, sea de la calidad que sea. O jugamos todos o rompemos la baraja, Augustos de televisión. Quiero decir. que, o cumplimos ¡ya! con la Constitución o empleamos sus hojas para hacer cucuruchos para vender castañas asadas, ahora que es el tiempo de ello.