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El día que se aprobó la Constitución

Largas colas de votantes a primeras horas de la mañana en Vitoria

Con una tónica general de normalidad se desarrolló la jornada en Álava, salvo ciertas denuncias mutuas sobre la organización y la limpieza de las mesas electorales a cargo de los partidos mayoritarios, que se produjeron a primera hora de la mañana. Los colegios electorales de Álava habían recibido anoche la visita de aproximadamente la mitad de los miembros del censo electoral de la provincia -173.412 personas-; esta es la estimación que podía hacerse minutos antes del cierre de los colegios electorales.Los momentos más intensos de afluencia de votantes hay que centrarlos en las primeras horas de la mañana y primeras horas de la tarde. En el resto de la jornada existió fluidez y también diversos momentos muertos en los colegios de Vitoria y pueblos grandes de la provincia.

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Treinta colegios del centro de Vitoria no fueron abiertos hasta pasadas las diez de la mañana, mientras se habían formado largas colas de electores ante ellos. El motivo de la demora era que las mesas de dichos colegios habían hecho notar que las urnas aparecían sin precintar, y en dichas condiciones se negaban a comenzar la votación. Fue necesario que cinco policía municipales se desplazaran a los lugares en que estaban las urnas sin precintar para proceder a sellarlas.

Esta imprevisión originó fuertes críticas del diputado de UCD Jesús María Viana hacia la Junta Electoral Provincial. El Gobierno Civil explicó que las urnas se habían dejado sin precintar la víspera porque se temía que durante la noche fuesen manipuladas. Cuando ya se había reanudado la votación, diversos portavoces de UCD y PSOE comenzaron a hacer manifestaciones de gran dureza contra lo que consideraban actitud antidemocrática del PNV.

Fueron Jesús María Viana, de UCD, y José Antonio Aguiriano, del PSOE, los que acusaron a los interventores nacionalistas de diversas meses de que estaban copiando por su cuenta y riesgo los nombres de los votantes. Consideraban que si en Vitoria y los pueblos industriales esto podía pasarse por alto, en los núcleos de población pequeños podía considerarse una coacción. Preguntadas fuentes autorizadas del PNV por estas acusaciones, manifestaron que tal proceder no estaba prohibido y que lo hacían a causa de que el Gobierno Civil y la Junta Electoral no les había facilitado las listas electorales, por lo que tenían que procurárselas por sus propios medios.

Los demás incidentes que pueden citarse son más bien anecdóticos, como por ejemplo la petición de unos vocales de un colegio electoral para que la policía permaneciera fuera de los locales de votación y no dentro, como señalan las normas electorales. Asimismo, un grupo de apoderados de partidos de izquierda abertzale pidieron en varios colegios que se retiraran de los locales los cuadros del Rey y los crucifijos que figuraban en muchos de ellos, al tratarse de aulas de colegios nacionales.

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