Inquietud en el Este ante la "rebeldía" rumana

Todos los órganos de prensa y algunos portavoces de los Gobiernos del Este han mostrado ayer su inquietud ante la «rebeldía» y las discrepancias de Rumania con el Pacto de Varsovia y el éxodo, sólo en parte desmentido, de embajadores socialistas en Bucarest. Diplomáticos y funcionarios del Gobierno norteamericano indicaron también que la oposición de Rumania a incrementar sus gastos militares, tal como lo han exigido la Unión Soviética y sus aliados, puede constituir el comienzo de una nueva crisis en el seno del bloque del Este.Ceaucescu acaba de anunciar para mañana un discurso sobre el tema de la política exterior rumana orientada hacia la «independencia» respecto de Moscú desde 1963. Ceaucescu hablará en un mitin público, cuya organización se estaba ultimando ayer.

Pese a que anteanoche se constató la presencia en Bucarest de los embajadores de Polonia, Checoslovaquia y Alemania oriental, ayer seguían ausentes de la ciudad los de la Unión Soviética, Hungría y Bulgaria.

Apoyo de Ceaucescu a Yugoslavia

En la última sesión del Comité Ejecutivo del PC rumano, Ceaucescu dijo que si la Unión Soviética invade Yugoslavia después de la desaparición del mariscal Tito, las tropas rumanas no acatarán las órdenes del mando supremo del Pacto de Varsovia, que en este momento ejerce el mariscal soviético V. Kulakov.Durante la reunión del Pacto en Moscú, la semana pasada, Kulakov propuso la creación de un organismo político-militar para coordinar la acción de los ejércitos del Pacto, a lo que se opuso tajantemente Ceaucescu.

En algunas capitales del Este se especulaba ayer con la posibilidad de que exista un pacto secreto de defensa mutua entre Rumania y Yugoslavia, garantizado por China y Estados Unidos, para rechazar cualquier intento de intervención militar soviética en los dos países. Un entendimiento en esa dirección podría haberse consolidado en agosto último.