Teng Hsiao-ping un pragmático
Durante el verano de 1977, en las vísperas de la convocatoria del XI Congreso del Partido Comunista de China, las autoridades de dicho país anunciaban ofl cialmenie la rehabilitación de Teng Hsiao-ping, ex delfín del fallecido primer ministro Chu En-lai y una de las personalidades acusadas de derechismo y apartadas de la vi a pública por la llamada banda de los cuatro.
Teng, viceprimer ministro y vicepresidente del Partido Comunista chino, es definido como inteligente, con fortaleza de carácter, «bon vivant», experto en cuestiones internacionales. De gran capacidad de trabajo, pragmático, hombre de orden y del aparato del partido desde siempre, nació en los albores del siglo -no se sabe si en 1902 ó 1904- cerca de Chongking, en la provincia de Setchuan. Participante en toda La larga marcha con el VII y VIII Ejército, el año de la victoria (1949) ocupa el cargo de primer secretarlo del partido en la región suroeste. En 1952 es nombrado viceprimer ministro en el Gobierno de Chu En-lai. Hombre pragmático y polifacético, será redactor de leyes, ministro de Finanzas, experto discutidor y elaborador de tratados internacionales, lo que no le impedía ser también un sólido ideólogo.
Durante el período del Gran Salto hacia delante trabaja intensivamente como colaborador estrecho de Chu En-lai, al que sustituye en sus ausencias al extranjero como primer ministro ad interim.
Durante la Revolución Cultural, Teng cae en desgracia, a pesar de la «autocrítica» que él mismo se hace, y acepta un largo período de trabajo en una granja del interior. Los ataques contra él cesan poco a poco y Teng reaparece a la vida pública en 1973. Un año más tarde dirige la delegación china en la ONU.
En 1975 es nombrado vicepresidente del Comité Central, lo que le convierte en uno de los dirigentes supremos. Acumula funciones, como sólo lo habían hecho antes Chu En-lai, Lin Piao, o el propio Mao.
A la muerte de Chu En-lai, a principios de 1976, Teng es el encargado de pronunciar el elogio fúnebre del primer ministro. Los expertos pensaban en Teng cómo sucesor de Chu, y a la larga, como sucesor del propio Mao Tse-tung. Pero los izquierdistas del partido, dirigidos por la banda de los cuatro, desencadenaron una campaña pública contra él, obligándole a desaparecer de la vida pública, y a perder todos los cargos.
Tras una dura lucha en la sombra contra «la banda de los cuatro», y tras la derrota de éstos, Teng es rehabilitado. El nuevo Mao, como algunos le llaman, se define como un simple trabajador honrado, ayudante del presidente Hua Kuo-feng.
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