Muere inmediatamente después de que le fuera inyectado un antibiótico

José Luis Barcala Serrano, de profesión contratista, de veintiocho años, casado, padre de una niña, murió en la tarde del miércoles inmediatamente después de que le fuera inyectado un antibiótico que horas antes le había sido recetado por un facultativo de la Seguridad Social con el fin de combatir un acceso gripal.El hecho sucedió en una clínica privada de Coslada que no tiene ningún nombre en el exterior de su edificio, situado en la calle Uruguay, sin número, a las ocho de la tarde del miércoles. José Luis Barcala, que junto con sus compañeros de contrata había trabajado en la mañana del mismo día en una empresa periodística, donde realizaban obras de mantenimiento, se sintió indispuesto al mediodía, por lo que a la tarde acudió a un médico de la Seguridad Social, el cual le prescribió un antibiótico llamado Neo Sincrobin, a la vista de que presentaba síntomas de gripe.

José Luis adquirió el citado medicamento con la correspondiente receta en una farmacia de Coslada y acudió a la clínica citada. Según versión de un compañero de José Luis, el practicante de turno antes de proceder a inyectarle preguntó a aquél si era alérgico a los antibióticos, a lo que respondió que no. Inmediatamente después José Luis se desplomó en la misma clínica, falleciendo, según testimonio de los familiares, en un período de tiempo inferior a los tres minutos.

Tanto el practicante como médicos llamados urgentemente a la clínica intentaron reanimarlo en vano. Ni los propios familiares han podido conocer el nombre del practicante, ni el del titular de la clínica, ya que inmediatamente después de sucedido el hecho aquélla se cerró.