El Consejo de la Revolución argelino decidirá pronto la sustitución del jefe del Estado

El estado del presidente Huari Bumedian experimentó ayer una ligera mejoría, al constatarse una recuperación, con carácter intermitente, de sus reflejos vitales. La gravedad del dirigente argelino puede prolongarse por tiempo imprevisible, y se espera que el Consejo de la Revolución adopte de un momento a otro las medidas necesarias para paliar su ausencia al frente del ejecutivo. El presidente norteamericano, Jimmy Carter, y el rey Jaled de Arabia Saudita manifestaron en sendos mensajes su preocupación por la enfermedad del presidente argelino.En las últimas veinticuatro horas se ha producido una reacción favorable de Bumedian al intenso tratamiento a que está siendo sometido en el hospital Mustafa de Argel, han declarado a EL PAIS medios cercanos al grupo de especialistas franceses y norteamericanos que, junto a otros médicos de nacionalidad soviética, cubana, tunecina y argelina atienden al jefe del Estado argelino. En esos medios se asegura que Bumedian no está aquejado de cáncer (en el equipo médico, no figura ningún cancerólogo tan sólo especialistas de reanimación, neurólogos y urólogos), no fue operado en Moscú y las consecuencias de la enfermedad que padece son un paro renal agudo, y problemas de circulación sanguínea y respiratorios.

El equipo médico, la familia y el Gobierno argelino han decidido mantener el más estricto silencio sobre la evolución de la dolencia. Esta decisión tiene carácter político, aunque el hecho de que la prensa oficial argelina haya roto su largo mutismo sobre la enfermedad forma parte de las medidas destinadas a preparar a la opinión pública ante las inevitables decisiones que habrán de ser tomadas para paliar la ausencia de Bumedian a la cabeza del ejecutivo.

Se descarta por tanto el fallecimiento inminente del presidente, y por el contrario no sería improbable que pudiera recuperarse en un plazo necesariamente largo. Esto plantea nuevas disyuntivas al Consejo de la Revolución, integrado por seis militares, los coroneles Salah Yahiaoui, Ahmed Bencherif, Ahmed Draia, Abdallah Belhouchet y Benjedid Chadli, y dos «políticos», Abdelaziz Buteflika y Tayebi Larbi. El futuro hombre fuerte de Argelia, si desapareciera Bumedian o quedara imposibilitado, puede hallarse en las filas del referido Consejo, fuera de él, entre los altos cargos del Ejército o incluso, aunque con menos probabilidad, entre las viejas figuras políticas.

La prolongada enfermedad de Bumedian crea un problema para el régimen, puesto que la Constitución no prevé el nombramiento de un sustituto en el caso de imposibilidad física del jefe del Estado y tan sólo, en su artículo 117, se afirma que la Asamblea Nacional proclama vacante el puesto si el presidente dimite o fallece. En tal caso el presidente del Parlamento, actualmente Rabah Bitat, asume las funciones presidenciales durante un período máximo de 45 días en el que el Frente de Liberación Nacional debe reunirse en congreso extraordinario para designar un candidato único a la presidencia, sometiéndolo al sufragio universal directo.