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Asesinato del magistrado Mateu

Antonio Pedrol: "Grave responsabilidad política de quienes han de velar por la seguridad"

.La reacción más airada -aunque en un tono de absoluta calma- de cuantas se produjeron ayer por la mañana en el departamento de anatomía patológica de La Paz, donde se encontraba el cadáver del magistrado del Tribunal Supremo, señor Mateu, fue la del presidente del Colegio de Abogados de Madrid y del Consejo . General de la Abogacía, Antonio Pedrol.

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Unánime condena del asesinato

El señor Pedrol, después de referirse a la muerte del señor Mateu como «un ataque contra el pilar fundamental del Estado de Derecho que es la justicia», aseguró, al ser preguntado por su opinión personal, que «temo que este hecho signifique, como ha ocurrido en Italia, el primer eslabón de un intento criminal de desmoralizar a la justicia. Creo que es muy grave, a partir de este momento, la responsabilidad moral y, política de quienes están encargados de velar p« la seguridad de los miembros de la Magistratura».El mismo presidente de los abogados madrileños prometió a los periodistas un comunicado oficial del Colegio, una vez que su junta de gobierno se hubiera reunido con carácter de urgencia. Esta nota oficial vino, poco después a confirmar las primeras declaraciones del señor Pedroil, ya que, después de hacer referencia al significado del atentado contra el magistrado del Supremo -«derribar la columna sobre la que se sostiene el Estado de Derecho»-, asegura que «esperamos que a partir de este momento quienes deben velar por la seguridad de los magistrados adopten las medidas inexcusables no ya sólo en defensa de su derecho a la vida, sino también el derecho de los ciudadanos a contar con la protección de una justicia que actúe sin coacciones».

Otras personalidades que acudieron a la Ciudad Sanitaria La Paz a expresar su condolencia por el asesinato del señor Mateu fueron el ministro de Justicia, Landelino Lavilla; el fiscal del Reino, Juan, Manuel Fanjul; el director general de Instituciones -Penitenciarias, Carlos García Valdés; el presidente del Tribunal Supremo, Angel Escudero, y numerosos magistrados madrileños. El señor García Valdés, pr9cesado hace algunos años por el señor Mateu por desacato al Tribunal de Orden Público y condenado a tres meses de suspensión profesional, dijo a los periodistas que «era un magistrado recto, y eso lo digo yo, que sé lo que es un procesamiento en épocas pasadas». Refiriéndose a la condena que recayó sobre él, añadió que «debo olvidar, porque es agua pasada».

El presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol, declaró a los periodistas que «es absolutamente lamentable, cuando sé está propugnando un régimen dé convivencia en paz y justicia, que se esté creando con todo esto un clima de revancha que va a destruir esas posibilidades de convivencia».,«Los responsables de promoverlo -añadió- serán los responsables de cualquier consecuencia que esto pueda acarrear.»

El presidente de Fuerza Nueva, Blas Piñar, se limitó a comentar: «A este paso seguirán matando a quien se encuentren por delante.» El dirigente de la Comunión Tradicionalista, Sixto de Borbón, ni; volvió la cabeza al ser abordado porlos informadores, mientras uno de sus acompañantes pronunciaba un lacónico «perdón».

La relativa calma que se respiraba ayer por la mañana en La Paz sólo fue interrumpida en los momentos en que llegaba o salían familiares, directos del magistrado asesino. El más tenso de estos inomentos fue el de la salida del centreo sanitario de la viuda, Eugenia María Victuri,.que lloraba abundantemente. Iba sostenida, prácticamente en vilo, por dos señoras y partió rápidamente en un coche negro, camino de su. casa.

Una vez llegada al portal de María de Mólina, 26, sólo sele oyó musitar: «Por fin se lo han cargado.» Y añadió: « Era un valiente. »

Capilla ardiente

La capilla ardiente fue instalada en el salón de los Pasos Perdidos, en la sede del Tribunal Supremo. A ella continuaron las constantes visitas de diversas personalidades. El presidente de las Cortés, Antonio Hernández Gil, declaró que el asesinato «supone la negación de la libertad y la vida. No aspiro a tener una visión personal de este hecho, sino que simplemente participo de un dolor común».

Ante el cadáver desfilaron numerosas personalidades de la vida política y jurídica del país, tales como el presidente de la Audiencia Nacion al Rafael Mendizábal, y el presidente del Tribunal Supremo, Angel Escudero. El cuerpo sin vida del señor Mateu fue acompañado desde La Paz hasta el Tribunal Supremo por el fiscal del Reino, Juan Manuel Fanjul.

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