_
_
_
_
Tribuna:DIARIO DE UN SNOB
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La derecha punk

La otra noche estuve con Ramoncín y con Diana Polakov, madre maternal y amante del delgado niño punk. Pero le encuentro menospunk:

-Yo paso de peceros y de fascistas.

-Vale.

Va a sacar un libro que se titula Animal de ojos caídos. Un título que le hubiera entusiasmado a André Breton. Le voy a poner una especie de prólogo. Los que están muy punk, en cambio, son el trío Fraga/Areilza/Osorio. Hoy por hoy, marginados de la derecha real y de la realidad, que es siempre de derechas, no son otra cosa que la derecha punk.

Don Torcuato Fernández Miranda, como no tiene toisón de hojalata ni imperdible en la oreja, ni tirantes nacionalpunks, como los de Fraga, sino que tiene Toisón de Oro y una cierta experiencia de pinchadiscos en la discoteque de Franco, les observa en la sombra, dudando si ponerles o no ponerles un disco para que hagan rock sucio y punk duro ante el personal y los reporteros de agencia. Son los mismos collares con el mismo perro dentro.

El espectáculo no es serio. Fraga se quita los ropones de Cornejo, tipo Locura de Amor, que le había prestado Silva para hacer de Gran Preste de la Gran Derecha aliancista, e incluso de Herodías en la Salomé de Kemp. Areilza busca por la moqueta del despacho una lentilla que perdió Sotillos el día que le pidió la cuenta, para devolvérsela a Pilar Miró por correo (un detalle fino, siempre en conde). Osorio cambia de peluquero para no ir a na vaja como Suárez y ahora dicen que va a dejarse melena de paje del grancapitalismo de paisano. Me lo dice Carmen Platero, a la que habría que sacar Miss Cheli por su idioma:

-Los políticos sois más cachondos que caballitos de verbena.

Carmen, la mujer, en su virginidad, cree que uno es algo así como un político.

Todos y cada uno de ellos creían que su barca era la mejor del puerto, aunque no decían que tuviese los mejores movimientos, pero a todos y cada uno se les han hundido las barcas en la playa misma, playa que acto seguido se ha vestido de amargura porque, pese a todo, estas barcas tienen que zarpar a surcar otros mares de locura donde las vidas políticas de Fraga/Areilza/Osorio pueden naufragar. Fernández Miranda es un patache asturianín que olfatea la mar y se centra el Toisón.

¿Por qué anda tan desmanganillada la derecha de las grandes cabezas? Porque no quieren ajustarse a una realidad que está ahí: no hay más que izquierda y derecha, en cualquier sociedad, y dentro mismo del individuo (medio cerebro recuerda y archiva, es de derechas; el otro medio imagina y proyecta, es de izquierdas). Ya estoy oyendo a Fraga:

-Joven, el esquema derecha/ izquierda está superado.

Ya estoy oyendo a Fernández de la Mora, al que casi no se le oye de lejos que se ha ido, dentro del bosque de sus lecturas, quizá a hacer un pis:

-Las ideologías han entrado en crepúsculo.

Es igual. No hay más que una izquierda y una derecha, en el cuerpo político y en el cuerpo humano y hoy la derecha generacional, demócratacapitalista, bien peinada y con modales, es UCD. (Me saluda Camuñas en el revival Dúo Dinámico, o sea con una música de fondo que nos va mucho a los dos, pero mayormente a él: «Perdóname, mi amor, perdóname...») Los tenistas de Suárez son unos tenistas post-Santana que van a por todas, aunque empezaron de recogepelotas de Franco. Fuera de la derecha real y gubernamental, en un país de derechas como éste no queda más que la derecha punk, a la cual han sido arrojados Fraga, Osorio, Areilza, que sentados en el bordillo de la acera de la Moncloa se intercambian imperdibles de oro para la oreja, regalo deja gran Banca, o anillos de platino para la nariz (una atención de la oligarquía), antes de montar el círculo de guerra en torno al Palacio de Suárez o búnker de irás y te quedarás. Habiendo una derecha que cuenta hasta con la izquierda, la derecha punk (y ellos lo saben) no tiene nada que hacer. Lo vuestro era don Paco, ramoncines.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_