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Grave escándalo político en Holanda

Después de veinte años de vida parlamentaria, el diputado holandés Wim Aantjes (reformista calvinista, agrupado en la coalición Demócrata Cristiana) se vio obligado a dimitir de sus funciones políticas, ante las conclusiones del Instituto de Documentación de la Guerra de Amsterdam. que sacan a relucir su pasado nazi, como miembro de las SS, durante la segunda guerra mundial.El escándalo es calificado por la prensa como el mayor de toda la historia política parlamentaria holandesa. No se oculta, sin embargo, el tono de «ajuste de cuentas» entre demócrata-cristianos, actualmente en el poder, en el Gobierno coaligados con los liberales.

En una conferencia de prensa en La Haya, Aantjes, de 55 años, anunció que deja la vida política. Intentó justificar su pasado de afiIiación a las SS nazis para poder regresar, desde Alemania, a Holanda, y actuar en la resistencia. Varios testigos, citados por el informe del profesor Lou de Jong, director del Instituto de Documentación de la Guerra, reconocen que Aantjes actuó en las filas de la Waffen SS, en un campo de concentración instalado en las cercanías de Assen.

Sin pretender justificar el pasado nazi de Aantjes, los medios políticos probablemente no todos ignoraban cuál fue la actitud de Aaritjes durante la guerra, explicada estos últimos años por algunos periódicos- interpretan el informe del Instituto de Documentación de la Guerra como una operación de depuración contra el pequeño partido político de Aantjes, que, con su apoyo condicional de sus siete escaños, aporta una escasa mayoría de sólo dos votos a la actual coalición demócrata-cristiana/liberal. Los reformistas calvinistas del partido de Aantjes forman el ala progresista del actual Gobierno dirigido por Andreas van Aagt.

Hace unos meses Roelof Kruisinga dimitió de su puesto de ministro al no obtener una condena clara por parte del Gobierno contra la bomba de neutrones. Hace dos semanas. Boersma criticó vivamente el programa económico (conservador) del Gobierno. Hoy reluce el nefasto pasado de Aantjes. Casualmente los tres pertenecen al mismo partido que ataca con frecuencia -a pesar de formar parte del Gobierno- la política de centro-derecha de la actual formación gubernamental.

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