El público y los candidatos a la alcaldía protagonizaron el pleno municipal
Por tres veces consecutivas, el alcalde de Madrid, José Luis Alvarez, hizo sonar la campanilla para pedir a la Policía Municipal que expulsara del salón de plenos a quienes aprovecharon esta reunión municipal para hacer oír sus peticiones desde la tribuna pública. Todos los alcaldables, a excepción del señor Tierno, presentes en la sala, contemplaron con expresión divertida el espectáculo, que se repite por segunda vez en un pleno municipal
El pleno se inició a las doce de la mañana, José Luis Álvarez, en nombre de la Corporación, hizo uso de la palabra para manifestar su condena por el atentado sufrido por EL PAIS. Inmediatamente después se empezaron a tratar los temas previstos en el orden del día, entre los que destacaban la suspensión durante un año del régimen de edificación forzosa en solares incluidos en el Registro y la aprobación de la vuelta de los serenos a las noches de Madrid.El conflicto con la tribuna pública se inició en el punto veintiocho del orden del día, relativo a la elaboración de un plan especial de dotación de equipamientos y accesos al sector Veguilla-Valdezarza-Vertedero. Luis Enríquez de Salamanca, gerente de Urbanismo, intentó dar una explicación de la necesidad de realizar este plan. Fue entonces cuando dos personas empezaron a proferir desde la tribuna gritos de «¡No queremos demagogia. El equipamiento en la Vaguada!» Inmediatamente después, el alcalde ordenó que «retiren a esos dos señores». Según iban bajando, para salir fuera de la sala, volvieron a decir que « iBanús nos ha robado. Las dotaciones tienen que construirse en la Vaguada, demagogos! ».
El punto siguiente fue la aprobación del uso provisional de solares y otras clases de suelo en el término municipal de Madrid. El alcalde resumió los puntos positivos que supondrán la utilización de solares que hasta ahora no tienen ningún uso público.
Después, todo el pleno aprobaría unánimemente la realización de un plan de equipamiento y accesos para la Alameda de Osuna redactado por la Gerencia Municipal de Urbanismo. El concejal Eduardo González Velayos inició la explicación de lo positivo que resultará tal plan para la zona.
Poco después, el curso del pleno volvió a interrumpirse desde la tribuna pública. Seis personas se pusieron de pie y exhibieron camisetas de forma que en cada una de ellas podía leerse una sílaba de la palabra polideportivo. Una séptima persona extendió una gran pancarta en la que se leía: Comillas. «¡Por favor, retiren a esos señores!», fue la respuesta del alcalde. Mientras los siete señores abandonaban la sala del pleno, una mujer. agarrada de la mano de un niño pequeño. Gritó repetidas veces que quería guarderías. «¡Queremos guarderías municipales para nuestros hijos!» Esta fue la penúltima interrupción.
El penúltimo punto de interés del orden del día fue la suspensión, durante un año, del régimen de edificación forzosa de los terrenos incluidos en el registro de solares. Ezequiel Puig Maestro Amado manifestó a los presentes la necesidad de esta medida porque así se evitaban maniobras especulativas. «En mi distrito -Centro- conozco dos casos. Y me imagino que en otras zonas de Madrid pasará lo mismo.»
Finalmente, se aprobó la ordenanza de vigilantes nocturnos para vigilar el término municipal de Madrid durante la noche. Antonio Horcajo manifestó su satisfacción por el retorno de unos serenos «sin armas ni chuzo para servir de avisadores y no de guardadores».
La concejala Felisa Martínez a provechó la oportunidad para apoyar la vuelta de los serenos, contando sucesos de su vida particular: «Mi amiga Pilar Cánovas del Castillo -dijo para introducir la historia- paseaba el otro día por Mirasierra. Pues bien, la asaltaron dos individuos, que la quitaron el bolso y todas las joyas que llevaba ante la presencia de dos policías que vigilaban una caja de ahorros. Creo que debiera haber una policía única, que se tendrían que emplear medios coercitivos suficientemente duros para que los maleantes no puedan asaltar en pleno día con toda inmunidad como pasa ahora», aseguró.
Román San Juan cerró la serie de intervenciones sobre este tema refiriéndose a la necesidad de que «toda policía metropolitana debe ser gubernamental. Es indispensable la existencia de una policía única».
El Estado debe pagar a Madrid sus impuestos
El concejal Román San Juan, dentro del capítulo de ruegos y preguntas, centró su intervención en la próxima confección de los Presupuestos Generales del Estado. «Creo, que los señores diputados por Madrid -dijo mirando a los alcaldables sentados en la tribuna pública- deben plantear la obligación de que el Estado pague a Madrid los impuestos necesarios por la utilización de la ciudad. Lo importante no es traerse aquí a unos vecinos para que griten demandas que ahora no se pueden cumplir, parte de esos problemas se arreglarían con el dinero procedente de los impuestos estatales.»Ramón Tamames, candidato a la alcaldía por el PCE, comentó a la prensa al Final del pleno: «Esa propuesta ya la hicimos en su día los comunistas, pero UCD la rechazó.»
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