Parar a Fraga y a su Gobierno de neutrales

Cortar el camino del poder a Fraga y a su Gobierno de neutrales en la coyuntura que se produciría por el vacío de poder creado tras la dimisión del presidente Suárez inmediatamente después de promulgada la Constitución fue una de las razones de peso que llevaron a las fuerzas políticas presentes en la Comisión Mixta Congreso- Senado, si bien en menor medida al PSOE, a buscar un acuerdo -global por consenso al tema de la situación del Gobierno y de su presidente tras la promulgación de la Constitución.Según la fórmula encontrada, mediante la modificación del apartado primero de la disposición transitoria octava del texto constitucional y la adición de un nuevo apartado segundo, el actual presidente del Gobierno seguirá en sus funciones durante treinta días a partir de la promulgación de la Constitución, pero dentro de ese período de tiempo deberá. o bien someterse al voto de investidura del Congreso de los Diputados, o bien proponer la disolución del Congreso y del Senado, quedando en situación de Gobierno cesante, con la consiguiente convocatoria de elecciones generales.

La fórmula global hallada ocupó prácticamente la última jornada de la Comisión Mixta Congreso-Senado, no siendo fácil elaborar un texto aceptado por, las partes, aun después de haber llegado a un acuerdo político de principio. En algún momento de las tensas negociaciones, según manifestó a EL PAÍS un miembro de la Comisión Mixta, los representantes de las dos fuerzas políticas mayoritarias, el socialista Alfonso Guerra y el ucedista y vicepresidente Económico, Fernando Abril, expusieron no sin cierta teatralidad su decisión de someter sus distintas fórmulas a votación de la Comisión Mixta.

El presidente Suárez, según la misma fuente, siguió muy de cerca desde su despacho del palacio de la Moncloa el curso de las negociaciones. El actual presidente del Gobierno, cuya posición actual no sería tan fuerte como en épocas anteriores, está interesado en bloquear la posibilidad legal que su dimisión tras la promulgación de la Constitución abriría a la operación montada por su derecha por sus adversarios políticos, en el sentido de formar un Gobierno de personalidades supuestamente neutrales que presidiera la celebración de nuevas elecciones generales.

Con la fórmula consensuada en la Comisión Mixta, Suárez sigue al, frente del Gobierno después de la Constitución y dispone de tiempo suficiente, prácticamente desde ahora si decide dimitir y someterse al voto de investidura, para maniobrar con el fin de conseguir los 176 votos (mayoría absoluta) que necesita en primera votación para obtener la confianza del Congreso. En todo caso, si se decide por la disolución de las Cortes Generales, su Gobierno, en situación de cesante, sería el que presidiera las nuevas elecciones generales que se convocasen, lo cual daría indudables ventajas a UCD.

El PSOE, por su parte, ha conseguido con la fórmula encontrada fijar un plazo, como alternativa teórica para la convocatoria de elecciones generales y, en todo caso, obligar a Suárez a someterse al voto de investidura. En el primer supuesto, los socialistas habrían conseguido su principal objetivo político de este momento, y en el segundo, tendrían también posibilidad de maniobrar para que Suárez se vea obligado a una segunda vuelta, por mayoría simple, para conseguir su investidura del Congreso, lo cual implicaría tener al frente del Gobierno a un Suárez disminuido políticamente.

Las otras fuerzas políticas presentes en la Comisión Mixta, es decir, comunistas y Minoría Catalana, tendrían también en la fórmula encontrada un camino abierto a sus objetivos políticos. Estas dos fuerzas están en contra de la convocatoria inmediata de elecciones generales y apoyan, en principio, la continuación al frente del Gobierno del presidente Suárez. La posibilidad de influir con sus votos en la investidura del presidente Suárez, si éste se decide por esta alternativa, abre a estas fuerzas a cambio una perspectiva de importantes contrapartidas políticas.