El nuevo consejero delegado de Sarrió promete la vuelta a la normalidad para el día 4 de noviembre
El nuevo consejero delegado de Sarrió, Jesús Gutiérrez Fierro, tomó posesión de su cargo ayer en Barcelona, en un acto presidido por Lorenzo Marco Sarrió, y al que asistieron los dos vicepresidentes de la empresa, señores Garicano Goñi y Sarrió, así como altos directivos de la empresa papelera.
Con escasas horas de diferencia, los delegados de los trabajadores de la empresa, reunidos durante toda la mañana en Zaragoza, habían acordado proponer a todos los centros de trabajo del grupo que paralicen sus activida.des por entender que la situación de inseguridad sobre el futuro de Sarrió sigue en pie. La coordinadora de los delegados de Sarrió había mantenido en la capital aragonesa una entrevista con el presidente de la empresa, señor Sarrió.
Seguridades
Fuentes solventes informaron ayer del desarrollo de la reunión celebrada en Barcelona, en el curso de la cual tornó posesión el señor Gutiérrez Fierro, propuesto por el grupo de cinco bancos para asumir las máximas responsabilidades de gestión de la sociedad. Según un portavoz oficial de Sarrió, el señor Gutiérrez Fierro «confirmó la decisión adoptada por el grupo de bancos de ayudar a la sociedad». «Esta ayuda -agregó la mencionada fuente- se plasmará en primer lugar en la puesta en marcha de los centros productivos del grupo Sarrió, en un programa que comenzará el próximo lunes día 30, y que tendrá un margen máximo de once días, tiempo necesario para el abastecimiento de las materias prirnas necesarias para el funcionamiento de las diversas factorías de la empresa.» .El día 4 de noviembre entrarán en producción las plantas de Allo, (Estella, Navarra), Prat de Llobregat (Barcelona) y Uranga (Tolosa, Guipúzcoa) y en los días siguientes lo harán el resto de las instalaciones productivas.
Aunque este programa responde en cierta medida a las demandas de los trabajadores que querían conocer los proyectos de la empresa en tal sentido, a última hora de ayer fue imposible conocer la impresión de estos últimos al respecto, ya que las conversaciones previas mantenidas por la coordinadora con el presidente de la sociedad, señor Marco Sarrió, parece que no fueron tan explícitas como las que se traslucen de las manifestaciones del nuevo consejero delegado.
Por otra parte, el señor Gutiérrez Fierro ratificó también en la ya mencionada reunión que el pago de las nóminas de octubre se realizará en las fechas correspondientes, por lo que la marcha de la sociedad podría volver a su total normalidad en los primeros días del mes de noviembre.
No perder mercado
La inmediata puesta en producción de las instalaciones de Sarrió es un punto sobre el que existe bastante unanimidad entre los diversos sectores implicados en la crisis. La prolongación del paro de las actividades productivas podría traer como consecuencia la pérdida de algunos mercados en los que la empresa era bastante competitiva y dejaría desabastecidos a algunos clientes que no tienen otra alternativa en el país, ya que algunas calidades de papel (por ejemplo, el autocopiativo) son de difícil obtención y algunos clientes de Sarrió de este producto lo necesitan de forma imperiosa.En relación con el pago de la plantilla del mes de octubre. los delegados de los trabajadores de Sarrió estudiaron ayer en Zaragoza una medida que, de ser puesta en práctica, tendría un importante valor de precedente. Alguno de los asistentes a la reunión planteó la posibilidad de que los trabajadores aceptaran percibir el 75% de su salario del mes de octubre, quedando el 25% restante a disposición de un fondo que se destinaría a la compra de materias primas con las que poner en producción la empresa. No obstante, esta propuesta no tiene un gran alcance económico, pues representa un volumen de dinero del orden de los treinta o cuarenta millones de pesetas, que si se compara con la facturación mensual de la empresa -por encima de los 1.000 millones de pesetas- tiene poca relevancia. Fuentes próximas al grupo de bancos que proporcionarán a Sarrió la ayuda financiera de los 2.000 millones de pesetas, han señalado, de todas formas, que el saneamiento de Sarrió y su reflotación no pasan necesariamente por ninguna reducción de personal ni expediente de regulación de empleo o similar. La masa salarial de la sociedad, según las mismas fuentes, no parece que vaya a plantear problema alguno en el futuro.
Los acreedores
Estas mismas fuentes han asegurado que se trabaja intensamente en la preparación del convenio de acreedores. Las impresiones que existen al respecto parecen indicar que el aplazamiento máximo de las deudas de la compañía podría llegar como máximo a los cuatro años, con plazos bastante inferiores para los acreedores de menor cuantía, que podría ser de seis meses para los que tienen menos de un millón de pesetas, y de un año para los que tienen hasta dos millones de pesetas.
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