Aplazamiento incomprensible
«Se había decidido, al fin, celebrar el Pleno sobre el orden público mañana, 25 de octubre. El Gobierno parecía, al fin, dispuesto a afrontar una de sus primeras, si no la mayor en las circunstancias actuales, responsabilidades. Se iba, al fin, a reanudar la ejemplar tradición democrática -en Monarquía o en República- de un Gobierno que comparece, en el «banco azul» del Congreso para someter al juicio de la Oposición, y de la opinión pública, en sesión abierta, sin puertas cerradas, con máxima publicidad, su política ante los gravísimos y proseguidos crímenes terroristas, que destrozan el concepto más elemental del orden público, que van desmoralizando sensible y paulatinamente al pueblo y que vulneran, a capricho y sin réplica eficaz, principios e instituciones de la más directa y pura autoridad.Pues bien, dos días antes del previsto Pleno, cuando un nuevo doble asesinato, en Vizcaya, de otros dos guardias civiles -caídos junto a otros dos compañeros gravemente heridos- renueva la consternación de España y aumenta, más si cabe, la responsabilidad gobernante, el Pleno sobre el orden público se aplaza -por cuántos días sea da lo mismo- otra vez.
Ante la imposibilidad de encon trar explicación aceptable para este aplazamiento, que resulta equivalente a una abdicación de responsabilidad y casi un menosprecio a la soberanía nacional, que emana del pueblo, forzoso es preguntarse, preguntando al Gobierno, ¿por qué no se celebra el próximo día 25 de octubre, en su fecha fijada, el Pleno sobre el orden público? (...)
(...) Nadie se resigna nunca a aceptar que el temor del Gobierno a una pública comparecencia en debate parlamentario sobre el orden público, sea también una baza que apunta en su criminal escalada el terrorismo. ¿Por qué, entonces, no se celebra, mañana mismo, el Pleno?
En el Pleno, naturalmente, el Gobierno correría con su presidente a la cabeza, el serio riesgo de muy grave deterioro político. Pero ¿acaso por demorar el debate, por ,aplazar el riesgo político, deja de estar ya deteriorado el Gobierno por la continuación de los atentados del terrorismo?(...)
(...) Un Pleno sobre el orden público en el Congreso no es ahora, por desgracia, reunión tan cómoda y triunfante, tan feliz y tan satisfactoria, como un congreso de partido. Pero es una inexcusable responsabilidad política que tiene que aceptar el Gobierno; que no debe aplazar o demorar el Gobierno que el Gobierno. por muchos que sean sus recursos y sus previsiones, no puede borrar del calendario de las urgencias mayores.
La democracia es algo más que la pluralidad de partidos, más que las libertades y las elecciones, más que el turno en el Poder; es, también, una responsabilidad política inmensa asumida ante una nación entera.»
24 octubre
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