Conflicto colectivo en Citroën de Vigo

Posiblemente no tenga precedentes en España una petición de conflicto colectivo por alteración de la estructura sindical. En este sentido han hecho la correspondiente denuncia los miembros del comité de empresa de Citroën Hispania de Vigo, que pertenecen a UGT, CCOO, CSUT e ING, negándose a ello CDT, que es mayoritaria al mismo nivel que la central socialista.Se denuncia que la empresa ha efectuado 1.600 traslados de personal en 1977 y 1978, cambios que vienen afectando sistemáticamente a afiliados a las centrales democráticas, pero no a CDT.

Denuncian también la negativa de la dirección a facilitar la comunicación de los dirigentes obreros con los trabajadores, realización de horas extras de forma discriminada -lo que impide crear nuevos puestos de trabajo-, falta de apoyo a las comisiones de cocina-comedor y transporte, modificación de ritmos y tiempos de trabajo sin atenderse el espíritu del convenio e intentando, dicen textualmente, «una mayor productividad a costa de la explotación del trabajador». Apuntan también que se vienen recogiendo firmas de los trabajadores por personas ajenas al comité, algunas de ellas mandos intermedios viefes de servicio, que toman el nombre y el número de los que se niegan a firmar sin conocer el destino, pero lo que supone, en cualquier caso, una coacción.

Temor por los puestos de trabajo

El presidente del comité de empresa de Citroën ha manifestado a EL PAÍS, después de asistir a la reunión de la FITIM, en Londres, para tratar de las consecuencias de la fusión Peugeot-Citroën-Chrysler Europea, que a medio plazo de tres a cinco años la variación en la estructura del sector del automóvil podría crear problemas a los trabajadores de la factoría de Vigo, más de 8.000, dado el elevado número de modelos-base que se fabrican en Europa, muchos de los cuales es previsible que desaparezcan para conseguir la máxima competitividad.Se confía poco, por otra parte, en los efectos que pueda tener para la política de empleo la nueva fábrica de Citroën en Orense. «La mecanización -ha manifestado el líder obrero Isidoro García, de UGT- hará que cada puesto de trabajo directo que se cree elimine tres de la industria auxiliar.