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Crece la tensión entre Estados Unidos y la CEE en el seno del GATT

Las negociaciones comerciales multilaterales del GATT (acuerdo general sobre tarifas y comercio), destinadas a una reducción de barreras tarifarias en el comercio mundial, pudieran sufrir un nuevo retraso, ante la tensión entre los países del Mercado Común y Estados Unidos.No parece que pueda respetarse la fecha tope del 15 de diciembre para concluir, en Ginebra, el también denominado Tokio round, a pesar de figurar en los propósitos de europeos, japoneses y norteamericanos, según expresaron sus principales líderes en el curso de la última cumbre económica occidental, de julio pasado, en Bonn.

La nueva quítrella comercial entre Bruselas y Washington nace a raíz de la reserva del Congreso americano de permitir la prolongación, después del 3 de enero próximo, de la cláusula derogatoría (weiver) que la Administración de Estados Unidos aplica a determinados productos europeos. Esta cláusula que el Congreso quiere eliminar exime, actualmente, a ciertos productos agrícolas europeos (jamón y queso, en particular), de pagar impuestos suplementarios para su entrada en el mercado norteamericano, al tratarse de producciones con subvenciones nacionales a la exportación.

Los europeos están también muy preocupados por la intención del Congreso de Estados Unidos de excluir de las negociaciones del GATT a los textiles. El volumen de comercio textil europeo hacia Estados Unidos quedaría perjudicado si no entra en el futuro marco de reducciones arancelarias multilaterales.

La réplica de la CEE, a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, es clara. Si Estados Unidos -el Congreso- no acepta prorrogar el weiver y, en consecuencia hay impuestos compensatorios para algunas importaciones europeas, la Comunidad considerará imposible avanzar en las negociaciones en el GATT. Según los europeos, la actual legislación comercial americana es incluso contraria a las reglas generales del GATT.

No se excluye que la Administración de Estados Unidos encuentre una fórmula para evitar una escalada de tensión, contraria a los intereses globales de las negociaciones del GATT. Sobre lodo, porque el clima entre EEUU y la CEE no cesa de deteriorarse en estas últimas semanas, después de la brutal depreciación del dólar frente a casi todas las divisas europeas y la ineficacia de los buenos propósitos -expresados por el presidente Carter durante la cumbre de Bonn- de reducir las importaciones norteamericanas. de petróleo.

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