El nuevo corporativismo

¿Qué mejor comentario al inminente pacto social por el cual el Partido Socialista, el Partido Comunista, y sus respectivos sindicatos darán su aquiescencia a una limitación de los aumentos de salarios que el de un editorial del International Herald Tribune del 21 de junio de 1977, que me permito transcribir? Ese editorial, titulado «Socialismo, nuevo estilo», decía: « Los socialistas alemanes no son, sólo económicamente moderados, sino que parecen tender hacia un nuevo tipo de estado corporativo, de ningún modo fascista, pero basado al parecer en la colaboración entre los sindicatos y las empresas privadas, bajo algún tipo de control del Gobierno. (...) El Partido Laborista británico -al menos su derecha, que gobierna- parece estar adoptando algo de la misma filosofía. ¿Harán lo mismo los demás socialistas?A esa pregunta es fácil responder que, en España, no sólo hacen lo mismo los «socialistas» sino incluso los «comunistas».

El término «corporativismo» (sin duda ingrato en este país) está bien utilizado por cuanto se sustituye el principio liberal de la libertad de contratación por una política reglamentada de salarios, cuyo fin es permitir la recuperación y mantenimiento de lo que la contabilidad nacional llama el «excedente empresarial» o, por otro nombre, beneficio del capital.