Para Rabat el futuro de Ceuta y Melilla, vinculado al de Gibraltar
Para el rey Hassan II de Marruecos la cuestión de Ceuta y Melilla está relacionada con la retrocesión a España de Gibraltar. Durante la visita que hicieron al pais vecino una misión de hombres de negocios españoles y periodistas, Hassan Il dijo a estos últimos que «cuando Gibraltar vuelva a España, no es justo que la misma potencia controle las dos orillas del estrecho».
En este mismo tono, se manifestaba a EL PAIS el 25 de junio el primer ministro marroquí, Ahmed Osman. «El problema de los presidios, declaraba Osman, debe encontrar solución en la comprensión y la buena voluntad, manteniendo siempre a la vista el problema similar y paralelo de Gibraltar.»El tema fue de nuevo abordado durante la visita que efectuó a Rabat el primer ministro español, Adolfo Suárez. Comentando esas discusiones, el diario francés Le Monde expresaba el 27 de junio que «aunque Marruecos ha mantenido ante el jefe del Gobierno español la reivindicación de Ceuta y Melilla, el tono es menos crispado».
Quizá con crispación lo ha presenciado siempre el ministro del Exterior, Mohamed Bucetta, que a principios de este año declaraba también a EL PAIS: «España ha colonizado una parte de mi país y aún conserva territorios que son parte del mismo. España debe estar consciente de que no es hoy que decimos que Ceuta y Melilla son territorios marroquíes y que debe encontrarse una solución en amistad y cooperacion.»
Esta actitud, que no es extraña de parte del jefe de un partido, el Istiqlal, que defiende la idea del gran Marruecos, que incluye a Mauritania y una buena parte de Argelia, se veía entonces atenuada por las buenas relaciones entre Madrid y Rabat. «Existe un reconocimiento de Marruecos hacia España por su comportamiento en 1953/54 y 55, decía Bucetta, pues sin la actitud de España habríamos tenido muchas dificultades para recuperar nuestra soberanía y obtener el regreso de nuestro rey, enviado al exilio por Francia. Eso no se olvida, y el pueblo marroquí está muy agradecido.» El ministro precisaba además que «no quiero que España se vea en dificultad con ningún otro país por adoptar una política hacia Marruecos».
Para el Partido Socialista marroquí «Ceuta y Melilla habrán de ser liberadas, aunque hemos de tomarnos el tiempo necesario» según afirmaba a EL PAIS a mediados de 1977. El secretario del partido, Buabid, añadía sin embargo que «ni los bienes ni las personas están en cuestión, pero no podemos aceptar enclaves que datan de las Cruzadas».
Con mayor crispación el tema ha sido abordado varias veces por el Partido Comunista marroquí, que siempre encontró en la exacerbación nacionalista su primer potencial movilizador. Cuando el presidente Suárez visitó Marruecos en junio de este año, la prensa comunista marroquí escribía: «Queremos Ceuta y Melilla, y mientras más pronto mejor.»
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