La Ford negocia una inversión en España de 500 millones de dólares

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Éstas dos limitaciones (concretamente la Ford no puede vender en el mercado interior más del 10% de los vehículos matriculados en el país el año anterior), constituyen un serio obstáculo para la empresa, según fuentes de Ford en España.

La remoción de estos obstáculos legales supone instrumentar unas nuevas disposiciones, que modifiquen el marco en que se desenvuelve la industria automotriz española, en unos momentos en que varias compañías multinacionales intentan tomar participaciones o ampliar las ya existentes en el país. El cambio de legislación podría responder, según fuentes del sector, a una mayor internacionalización del sector del automóvil en nuestro país, abandonando la concepción nacionalista en favor de una más estrecha dependencia de las filiales españolas respecto a las casas matrices y licenciatarias del exterior.

Según medios del sector, un segundo grupo de obstáculos que se opondrían a la entrada de Ford con esta nueva inversión radica en la actitud que el Instituto Nacional de Industria mantenga en sus empresas participadas dentro del sector automotriz. La salida completa del INI de SEAT sería bien vista por la Ford, según una persona vinculada a esta última empresa, ya que vendría a demostrar el interés del Gobierno por mantener una mayor neutralidad ante este sector industrial y las empresas que en él actúan, sin relaciones privilegiadas.

Fuentes próximas a Ford han asegurado, por otra parte, que la compañía necesita planear una fuerte inversión para aumentar su presencia en los mercados europeos de cara a los próximos años y que existen diversas localizaciones alternativas para la inversión proyectada. El hecho de que se piense una vez más en España viene a demostrar que los dirigentes de la Ford consideran a nuestro país como una base idónea para la estrategia de esta empresa de cara al mercado europeo. La futura integración española en la Comunidad no afecta sustancialmente a estos propósitos.

En cuanto al tipo de producciones que abordará Ia Ford con su nueva inversión, fuentes consultadas no han querido pronunciarse debido al incipiente estado de las negociaciones con el Gobierno español, pero parece que se incrementaría la fabricación del Fiesta y se abordaría la producción de nuevos modelos de mayor cilindrada.

En medios gubernamentales se ha podido constatar una notable satisfacción ante la posibilidad de una nueva operación inversora de la multinacional americana, ya que se estima que contribuiría con su anuncio a estimular las decisiones de inversión tanto por parte de empresas extranjeras como por las españolas, de cara a un año durante el cual la variable de inversión deberá comportarse, según las esperanzas gubernamentales, con carácter fuertemente expansivo.

En estas condiciones, se señala por otra parte que la posición oficial podría ser bastante receptiva a los propósitos de la Ford y de otras empresas multinacionales que estudian la posibilidad de invertir en España en estos momentos. Por este motivo, la respuesta de los responsables del Gobierno podría ser incluso más abierta que la que ya en 1972 permitió una parcial liberalización del mercado español del automóvil a las firmas multinacionales que no habían estado presentes en la primera oleada de inversiones automovilísticas de los años cincuenta.

Uno de los aspectos que no han podido precisar las fuentes informantes se refiere a la localización del nuevo proyecto. Todo parece indicar que no se realizará en Almusafes (Valencia), en donde la empresa tiene instaladas actualmente sus cadenas de montaje y la fábrica de motores.

La nueva operación de Ford podría estar en cierta medida relacionada con las dificultades que la empresa americana tiene en Inglaterra desde hace años, y que se han recrudecido en las últimas semanas. Aunque se descarta por completo un trasvase de instalaciones desde este país, parece que las nuevas inversiones de Ford en Europa estarían destinadas, si las negociaciones actuales prosperan, a nuestro país. Sin embargo, la Ford parece contar con alguna otra alternativa en el continente europeo como baza de negociación con las autoridades españolas.