Luz y taquígrafos, o secreto a voces

«Se anuncian dos Plenos "secretos" del Congreso sobre las Cárceles y sobre los trágicos sucesos de Málaga y Tenerife. Es reglamentaria esta decisión. Pero es irritante por lo que supone de contradicción a la democracia y por lo inútil del secreto a voces que prometen ser unas reuniones con más de trescientos asistentes, de las que se sabrá absolutamente todo y, además, de inmediato.El que resulte previsiblmente ineficaz la prohibición de acceso al Congreso hecha a los espectadores y a la Prensa -o sea, al escrutinio público- no significa que esta convocatoria deba ser aceptada con un mohín de resignación o de escepticismo. Se trata, en efecto, de una nueva y grave muestra de que la manida luz y los manidos taquígrafos no funcionan en esta democracia.

Con quince meses de democracia a las espaldas, bien triste resulta el que ya esté institucionalizado el consenso en la mesa del restaurante, el pacto en los pasillos, la amenaza y la intimidación para con los independientes y los grupos minoritarios, cuyas razones -a veces, verdades como puños- son fríamente acalladas, sin escucharlas siquiera, por quienes ya de antemano lo tienen "censurado" todo. Y ahora, cuando llegan dos temas delicados, nuestro Parlamento cierra sus puertas a toda mirada exterior. (...)»

6 octubre