La URSS ampliará su ayuda al Frente de la Firmeza árabe

La visita del presidente sirio, Hafez el Assad, a Moscú, concluida en la línea prevista, es decir, con una condena tajante de los acuerdos separados y un compromiso de la Unión Soviética para aumentar su cooperación con Siria y el Frente de la Firmeza y Confrontación Arabe.Tanto en el brindis del supremo dirigente soviético, Leónidas Brejnev, en el banquete protocolario ofrecido al presidente sirio, El Assad, la noche del jueves, como en la información oficial soviética ofrecida el viernes al finalizar las conversaciones, la URSS, proclama su apoyo a la línea dura árabe contra los acuerdos separados y se compromete a incrementar este apoyo.

Brejnev destacó que, en esta ocasión, el presidente sirio, que visitó Moscú este mismo año en febrero, no ha llegado a la capital soviética sólo como representante de su país, sino de todo el Frente de la Firmeza y Confrontación -integrado por la propia Siria, Argelia, Libia, Yemen Democrático y la Organización de Liberación Palestina- que celebró en Damasco una cumbre del 20 al 23 de septiembre pasado. Brejnev afirmó que la vía de las conversaciones separadas, calificada por el dirigente soviético de «camino tortuoso y deshonesto», sólo agrava más aún la situación de Oriente Próximo, y condenó a los dirigentes egipcios por actuar como si no existieran otros países árabes e inclinarse obedientemente al dictado de Estados Unidos e Israel.

El máximo dirigente soviético aseguró que no hay tarea más actual que la de reunir y activar todas las fuerzas de resistencia contra la línea anti-árabe de capitulación. Insistió, no obstante, frente a posturas más radicales, que «objetivamente las puertas están todavía abiertas para una justa solución del problema de Oriente Próximo» en la conferencia de Ginebra. Tras reiterar que la solución del conflicto incluye la retirada de todos los territorios árabes ocupados en 1967, el establecimiento de un Estado palestino y «las garantías internacionales más estrictas de seguridad para todos los Estado de esa región sin excepción alguna». Brejnev criticó directamente a Washington por olvidar la conferencia de Ginebra, copresidida por la URSS y Estados Unidos.

El dirigente soviético anunció: «Estamos preparados para ampliar el marco de nuestra cooperación en todos los campos (se entiende también el militar, según se desprende de la presencia constante del ministro de Defensa soviético, mariscal Dimitri Ustinov, durante las conversaciones) y sobre todo en la esfera política.»

El presidente sirio, por su parte, manifestó su apoyo a la Conferencia de Ginebra, subrayando la doble presidencia de la URSS y Estados Unidos, condenó a fondo los acuerdos de Camp Davis e insistió en la necesidad de «eliminar sus consecuencias».