Las Brigadas Rojas asesinan en Turín a un técnico de la empresa Lancia
En un espectacular atentado llevado a cabo en los suburbios de Turín -el primero de importancia después de la pausa del verano-, las Brigadas Rojas italianas asesinaron ayer a Piero Coggiola, jefe del departamento de barnices de la empresa automovilística Lancia, recientemente absorbida por la FIAT.
Coggiola, de 46 años, fue alcanzado por más de veinte balas de pistola y metralleta, disparadas por dos individuos frente a su casa, mientras esperaba la furgoneta de la empresa que debía conducirlo al trabajo. El ataque fue presenciado por su esposa. A las ocho de la mañana, una hora después del atentado, las Brigadas Rojas asumieron la responsabilidad del golpe mediante una llamada telefónica anónima al periódico La Stampa.Con este nuevo asesinato suman ya catorce las acciones terroristas «personales» consumadas por la organización terrorista en Turín, tres de las cuales han resultado mortales. En este caso, sin embargo, los terroristas sólo tuvieron la intención, aparentemente, de herir a su víctima, ya que todos los disparos fueron hechos a las piernas.
Según se estima en medios policiales, el atentado puede esta relacionado con la creciente captura y condena fulminante de Corrado Alunni, uno de los principales jefes de los «comados» de las Brigadas Rojas, sentencia do la semana pasada a doce años de presidio por tenencia ilegal de armas y explosivos. Alunni, sospechoso de haber intervenido en el asesinato del dirigente democristiano Aldo Moro, deberá someterse próximamente a nuevos procesos.
En los círculos políticos roma nos se atribuye al atentado de Turín una significación política «desestabilizadora». El vespertino comunista Paese Sera señaló ayer que «la entrada en acción de las Brigadas Rojas después del verano no es casual. Como ocurre siempre en los momentos más difíciles -añade-, el terrorismo actúa para agravar las tensiones y las divisiones entre los partidos y desestabilizar y amedrentar a la población».
Según el portavoz comunista, el momento político es particularmente complicado debido a los enfrentamientos existentes entre los partidos de la mayoría, el Gobierno y los sindicatos, y también porque el ala conservadora de la Democracia Cristiana en el poder y otras «fuerzas, intermedias» presionan con más insistencia que nunca para provocar la ruptura del partido con los comunistas. Paralelamente, el caso Moro agrava el panorama. El juez Achille Gallucci, que anteayer interrogó a la señora Moro, declaró que se necesitará por lo menos un año para concluir las investigaciones.
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