Marchais: "Si yo fuese español renunciaría a la entrada de España en la CEE"
«Si yo fuese español, las cosas serían simples: renunciaría a la entrada de España en el Mercado Común», declaró ayer a EL PAIS el líder comunista francés Georges Marchais. El dirigente afirmó que la próxima reunión de una delegación de su partido con otra del PCE no servirá para cambiar las posiciones opuestas que ambos mantienen sobre este asunto.Las opiniones de Marchais acerca de la integración europea y de la situación política doméstica, expresadas en el curso de una conferencia de prensa especialmente convocada por el secretario general del Partido Comunista francés (PCF), no permiten entrever una evolución que favorezca el deshielo de las relaciones entre el PCF y el partido Socialista de François Mitterrand.
Sobre la incorporación española a la CEE, Marchais mantiene una política mucho más radical que el líder socialista. Durante la reunión periodística de ayer le formulamos la siguiente pregunta:
-La opinión española, y más aún si cabe la de la izquierda, no comprende la actitud radicalmente negativa del PCF respecto del ingreso de España en el Mercado Común. Las razones de orden económico que ofrece su partido no son satisfactorias. ¿Existen otros motivos, quizá políticos, inconfesables?
«Lo que yo no comprendo -replicó Marchais- es por qué los españoles que desean la incorporación de España piensan que eso va a resolver los problemas de los trabajadores. La experiencia ha demostrado que el Mercado Común no resuelve nada, ni a los obreros ni a las pequeñas y medianas empresas. La Comunidad Económica Europea sólo favorece a los grandes monopolios. Por eso, si yo fuese español, y con mi experiencia, me opondría a la adhesión de España. No hay más razones que las expuestas, sin olvidar que el ingreso agravaría la situación de los trabajadores franceses y beneficiaría a los monopolios. Por lo demás, deseamos el desarrollo de las relaciones franco-españolas. No olvide que nuestro partido fue el único que estuvo al lado de los españoles en los momentos peligrosos del franquismo, cuando las cosas no eran fáciles.»
«El partido tiene razón»
Al referirse a la próxima reunión de las dos delegaciones del PCF y del PCE, en octubre, probablemente, que ya acordaron realizar él y su colega español, Santiago Carrillo, Marchais declaró: «Carrillo y yo llegamos a la conclusión de que nuestras diferencias en lo que concierne al Mercado Común no deben debilitar las relaciones de los dos partidos. Hay que esperar a que la reunión se haga y ya se verán los resultados, aunque una cosa puede darse ya por segura: los comunistas españoles piensan mantener sus posiciones, como nosotros pensamos mantener las nuestras.» .
Más adelante, Marchais desmintió su hipotético deseo de que Francia abandone la CEE. Al explicar su posición sobre este punto, Marchais dejó entrever lo que quizá constituye, en el fondo, la razón fundamental de la reflexión de los comunistas franceses en torno del problema de la ampliación: el PCF admite como un hecho irreversible la existencia del Mercado Común y la participación de Francia. Ahora bien, «nosotros -dijo- la hemos combatido desde el principio y continuaremos combatiendo a la CEE de los monopolios para convertirla en la Europa de los trabajadores».
Al analizar el pensamiento de Marchais, parece ser que el PCF considera que ese objetivo será más asequible en una Europa de nueve miembros que en una Europa de doce, o ampliada sin límites.
Marchais abordó también la situación política interna francesa, tras seis meses de «desunión» poselectoral de la izquierda y de insultos cotidianos contra los socialistas y al día siguiente de tres elecciones parciales legislativas en las que el PCF ha perdido el nueve, el cuatro y el 1%, respectivamente, de su electorado en relación con los comicios de marzo último. La estrategia y la política del partido, afirmó Marchais, «ni han cambiado, ni cambiarán». El Partido Socialista, por su propia boca, continúa estancado en el «viraje a la derecha», en el «doble juego», «en el abandono del programa común» y se ha convertido «en un partido-cajón de-sastre».
Marchais reconoció algún «error táctico» de su partido, que explicaría la pérdida del electorado, pero, en su opinión, este detalle no tiene importancia. «Los franceses -expresó- no son tontos, y se darán cuenta de que el partido tiene razón.»
Todos los observadores coinciden en que no cabe esperar ninguna evolución de la «táctica de la razón divina» de los comunistas, al menos hasta el próximo congreso del partido, que, según se anunció ayer, se celebrará el próximo mes de mayo.
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