El Partido Socialista frances condiciona el ingreso de España en el Mercado Común

Todos los grandes partidos políticos galos se están movilizando en torno a los dos problemas esenciales de la construcción europea: la ampliación de la CEE y el Parlamento Europeo. El Partido Socialista (PS) admite el principio político de la adhesión española a la Comunidad Económico Europea, pero en la práctica se opone radicalmente a la incorporación si antes no se aplican tres fórmulas para solucionar los «graves» problemas agrícolas que implica la ampliación.

En la alcaldía de Montpellier se reunirán hoy todos los senadores y diputados socialistas para definir la posición oficial del partido frente a la ampliación del Mercado Común, tanto a España como a Grecia y Portugal. Los trabajos de los socialistas y, en consecuenéia, su conclusión final se realizarán sobre la base del llamado «informe Sutra» (por el nombre de su autor, Georges Sutra, encargado oficialmente el verano pasado de elaborar este dossier).

En sesenta folios y cinco capítulos diferentes, Sutra expone las dificultades económicas y sociales planteadas por la ampliación y, muy particularmente, por la adhesión española. Ayer, el buró ejecutivo del PS le dio el visto bueno al informe, sin comprometer por ello la actividad definitiva que los socialistas adoptarán al final de su cónclave.

De una manera global, el documento atribuye a las «insuficiencias» de la Comunidad los «graves» problemas que ahora presenta su ampliación y subraya que las «condiciones» que necesariamente han de cumplirse para que el PS acepte la incorporación de los tres nuevos candidatos las presentaría igualmente si en Madrid hubiese un Gobierno socialista.

Las tres «condiciones» que según el informe han de cumplirse implican:

1. Organizar los mercados de productos meridionales. Mientras los productos agrícolas de Europa del norte disponen de mercados bien organizados, estima el informe, sólo cinco legumbres sobre más de trescientas gozan en el Sur de un precio garantizado. Sobre esta cuestión de los mercados el «informe Sutra» recuerda que el peligro no es sólo para los productos agrícolas del Sur, sino para los del valle del Loira y de Bretaña.

2. Aplicar estrictamente el artículo 44 del Tratado de Roma, que se refiere al respeto en las fronteras de cada país de un precio mínimo garantizado europeo traducido en las cinco monedas nacionales. Acerca de este punto, los socialistas no dífieren esencialmente de la doctrina gubernamental francesa ni de la de los organismos profesionales. La divergencia principal se centra en el método que habría que emplear para controlar la aplicación de esos precios mínimos garantizados. El Gobierno considera que la «policía de los mercados» debe ser ejercida al alimón por productores y negociantes. Este sistema, según los socialistas, equivale a ofrecer la posibilidad de control a las multinacionales, que en última instancia no se preocuparían por el problema, ya que a esas sociedades, implantadas en todos los países, les importaría poco ganar el dinero en París o ganarlo en Madrid, por ejemplo.

3. Establecer un período transitorio. El documento del PS concede gran importancia a este apartado: «El período transitorio -indica- debe cubrir la totalidad del tiempo durante el cual, poco a poco, se pongan en marcha las leyes y reglas comunes, no sólo por medio de reglamentos comunitarios, sino también a través de la unificación de las reglas internas de los diferentes Estados afectados.»

Chirac reitera su oposición

Entre tanto, los gaullistas anuncian que también se definirán sobre el problema comunitario en un congreso extraordinario que efectuarán a mediados de noviembre. Ayer, el presidente de la RPR (Reagrupación por la República), Jacques Chirac, envió una carta a todos los responsables del movimiento gaullista en la que reiteró su oposición a la entrada de nuevos miembros.