Mariscal: paseo por las palabras y los electrodomésticos
-¡Hola, Piker!-¡Hola, Fermín!
¿Te hace un daikiri en Ramblas?
-Vamos.
A estas alturas resulta ya difícil precisar si los Garriris tienen mucho de Mariscal o, por el contrario es él quien tiene mucho de Garriri. La vida de estos increíbles personajes es como un continuo viaje, una secuencia ininterrumpida, sin principio ni fin, repleta de guiños, de situaciones mordaces y también de larguísimas y alucinantes aventuras que pueden llevarles a codearse con el Guerrero del Antifaz o a tomar unas copas en el cabaret más exótico del mundo. Nunca tienen problemas de locomoción. Cualquier medio, aun el más inusitado, vale.
-Hasta mañana, Piker.
-Me llamas.
Al fFinal, silempre estar como al comienzo. El viaje continuará la noche siguiente, en la próxima historieta o tira. Quizá por esto llegaun momento en que Mariscal prescinde de principio y fin. Comienza a dibujar tiras que no empiezan ni acaban, a tomar apuntes, a desbordar continuamente el espacio de la viñeta. El viaje es siempre como un paseo por la playa, por el campo, por la ciudad, por el papel mismo, de imprevisto a imprevisto. Todo es fascina y casi nunca les irrita.
Mariscal
Galería Detras. Barcelona.
Capítulos o secuencias de est viaje son infinidad de tiras e histo ietas aparecidas en publicaciones marginales como El rollo enmascarado, Purita, Sidecar, Nasti de plasti..., así como en revistas nacionales y extranjeras: Star, Disco-Expres, Tante Lenny, Presenteer... En los últimos meses Mariscal ha editado varios cuadernos en los que se desrnarca cada vez más del mundo de la historieta: Metrópolis, Apunes de Garriris, Palmeras, El señor del caballito... Una delicia de cuadernos pulcramente editados en lo que la frescura y agilidad de los dibujos de Mariscal contrastan con el evidente agarrotamiento que, venía caracterizando en nuestro país a los dibujos del comix-marginal.
Pero Mariscal va ya en plan Garriri, es decir, no para. Acaba de publicar un grueso volumen, ABCDari il-lustrat, que es, sin duda, su obra, hasta ahora, más ambiciosa. Un paseo, en este caso, a través de letras y palabras, desde el campet a la ciutat, entre diluvios y dentífricos. Desde los árboles hasta, el Zel se expone, compendiada, toda una visión dé la vida salpicada de un humor refinado y poético.
Dijimos que Mariscal tendía a escaparse, cada vez más del ámbito de la historieta. La exposición de cristales pintados que celebra actualmente en Barcelona es prueba más que suficiente. Decorapart es el título de la muestra, y en ella Mariscal ofrece sus barcos marineros, electrodomésticos, paisajes cubistas y automóviles para solaz de hogares modernos. Todo lo necesario para la decoración de cuartos de baño, cocinas, terrazas y salit as de estar, realizado con los más atrevidos y alegres colores veraniegos. Todo con la garantía inconfundible de producciones Mariscal, un valenciano que todavía no sabemos si es un dibujante que ha empezado a pintar o un pintor que no quiere dejar de ser humorista. En, to caso, un Garriri.
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