María del Mar Vanaclocha: "El machismo lo vivo en las amistades, en la educación, en la cultura"
Alguien ha dicho de María del Mar Vanaclocha que es una mujer suave y aterciopelada. Pero ella intenta dar una imagen de independiente en todos los órdenes, aunque reconozca que «antes que nada soy funcionaria. Mis ideas son de centro, no marxistas, y en un futuro inmediato podría integrarme en UCD». Para quienes piensan que estas buenas intenciones podrían explicar el puesto que ocupa, la subdirectora general dice: «En el año 74 saqué la oposición de sociólogo del Iryda y fui destinada a Soria. Aunque estaba casada, me marché dos años allí, mientras mi marido se quedaba en Madrid. Yo venía los fines de semana. El trabajo en el medio rural, que yo desconocía, el carácter de la gente castellana, noble, seca y rica en valores, y el ver que allí la mujer hacía un trabajo igual al del hombre me dio una visión realista de la vida. Luego, el ser funcionaria, creo que es lo que me trajo a este puesto.»¿En que nota el machismo de la sociedad española? María del Mar Vanaclocha ha tenido «bastante suerte. En casa no hacían discriminaciones. Mi hermano hizo Políticas, como yo. Luego, en el matrimonio, tampoco he tenido problemas en los diez años que llevo casada, quizá porque no tenemos hijos. Pero el machismo lo vivo en las amistades, en la educación, en la cultura».
¿Partidaria del divorcio? «Sí, a favor de su regulación legal.» ¿Anticonceptivos libres y gratuitos, a cargo de la Seguridad Social? «Libres y gratuitos, sí. Pero incluidos en la Seguridad Social, cuando no lo están la psiquiatría o las toxicomanías, no lo sé. Los anticonceptivos son importantes para muchas mujeres, pero creo que hay otras prioridades.» ¿Planificación familiar? «Sí.» ¿Aborto? «No, creo que nadie es partidario del aborto. No planteo si el origen de la vida se inicia en el momento de la fecundación o no. Habría que ver lo que han hecho otros países. No respondo un no tajante ni un sí tajante. Pero en cuanto a regularlo legalmente, primero habría que hacerlo con la planificación familiar; luego, con las causas de disolución del matrimonio y después abordar el tema del aborto. »
Ley del divorcio
El tema del divorcio, que parece que será de los más debatidos en las Jornadas de la Condición Femenina que hoy comienzan, está bastante parado por parte de los partidos políticos. Enrique Curiel, miembro del Comité Central del Partido Comunista, ha manifestado que en la primera decena de octubre, como muy tarde, el PCE iniciará los trámites legislativos oportunos con respecto a su proyecto de ley sin esperar a la Constitución. El PSOE también tiene elaborado un borrador con el que hasta ahora no ha demostrado excesivas prisas. La postura de UCD es conocida: el tema se abordará, en todo caso, después de aprobada la Constitución. Carmela García Moreno, secretaria de Cultura del partido del Gobierno, ha dicho que existe un borrador ucedista desde hace tiempo, pero que sólo se dio a conocer como globo sonda y que no va más allá de la restrictiva ley Fortuna de Italia, «aunque yo sería partidaria -ha añadido- incluso de introducir el mutuo disenso como causa de divorcio, cosa que no va a suceder». UCD podría también no presentar su ley y poner enmiendas a la de otro u otros partidos.En muchos sectores se tiene el convencimiento de que España no tendrá divorcio mientras UCD no quiera. La subdirectora general de la Condición Femenina opina que «es una necesidad que demanda la sociedad y no creo que la mayoría de UCD se oponga a ella».
La Subdirección General de la Condición Femenina va a lanzar unos folletos sobre métodos anticonceptivos, a partir de que un reciente Consejo de Ministros diera luz verde a la creación de centros de orientación familiar, centros a los que, según últimas noticias de UCID, se les va a llamar también de planificación, palabra que le da mucho miedo al Ministerio de Sanidad. «Se han llamado de orientación porque Sanidad no ha creído conveniente darles otro nombre», explica María del Mar Vanaclocha. En el momento en que la subdirectora general explica que lanzarán los folletos sobre métodos anticonceptivos entra en su despacho una ginecóloga que está colaborando en su confección. «¡Habrás puesto también los métodos naturales, ¿no?», pregunta, interesada, María del Mar Vanaclocha. «Sí, sí -responde la ginecóloga-; la temperatura, el Ogino, y todo eso, excepto las duchas vaginales.»
De las realizaciones que la Subdirección General de la Condición Femenina ha tenido hasta ahora, la que más enorgullece a sus promotoras es la de los spots en televisión, que en breve aparecerán en cine y prensa. Los españoles han podido ver anuncios en los que se cambiaban los papeles y un caballero aparecía como atareado amo de casa o se escuchaba cómo varias mujeres llamaban tío bueno por la calle a un respetable ejecutivo. En cambio, se les han hurtado dos de los spots, justo los dos que, curiosamente, obtuvieron el León de Oro en el Festival Internacional de Publicidad de Cannes. En uno de ellos aparece un niño que explica que es hijo de madre soltera y que su madre no aparece junto a él porque la sociedad la rechaza. Este anuncio se puso dos o tres veces y desapareció de la noche a la mañana. ¿María del Mar Vanaclocha tiene noticia de que llamara a televisión, como en los mejores tiempos, la esposa de un alto cargo del equipo económico del Gobierno para que lo retiraran porque le molestaba? «No; ni siquiera me comunicaron oficialmente la retirada del spot. » El otro era sobre la publicidad y aparecía un hombre anunciando cosméticos, sopas y ropas de playa y mostrando lo maravillosamente blanca que le quedaba la ropa con un detergente. Este spot no llegó a ponerse nunca y se habló de presiones de las propias agencias de publicidad. La subdirectora general explica que no es así: «Lo quitamos nosotros mismos porque pensamos que el tema de la publicidad, como el deporte y la mujer y el campo iban mejor en una segunda fase de la campaña. Hemos modificado alguno de los otros spots, en diálogo con los publicitarios, y aparecerán todos en el cine y prensa.»
De acuerdo con los actuales usos democráticos y pluralistas, Condición Femenina llamó a participar en las jornadas a un variado abanico político, sindical y de grupos de mujeres.
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